Trabajo a medias en rendición de cuentas
La falta de acceso a la información y los errores en las respuestas oficiales que entregan las autoridades a la ciudadanía pone en tela de juicio la calidad del trabajo que llevan a cabo en esta materia
Julio RamírezLa falta de certeza en los datos públicos es la prueba de que alguien no está haciendo su trabajo dentro de la administración pública para informar a los ciudadanos, asegura Lourdes Morales Canales, presidenta de la Red por la Rendición de Cuentas.
“No sabemos si realmente detrás de estos errores hay un funcionario convencido de la opacidad y tratando de boicotear. Lo que sí te demuestra es que alguien no está haciendo su trabajo de verificación de la calidad de la información, de incumplimiento de las obligaciones de transparencia”.
Ante este escenario, quien busca información en fuentes públicas como Compranet, tienen que verificar los datos con la propia institución para evitar caer en un error.
Lourdes Canales señala que es desafortunado ver que la rendición de cuentas es algo no prioritario y con tantos descuidos, incluso dislates que les jugarían en contra.
“Aquí lo que ves es la poca prioridad que le dan en la agenda pública. Lo triste de todo esto es que a estas alturas pensaríamos que el acceso a la información ya sería un conquista instalada en una sociedad con un aprendizaje, que casi casi nada más faltaba que más gente usara el derecho y que hubiera menos necesidad de hacer solicitudes porque la información ahí iba a estar desagregada, actualizada y, la verdad, no es así”, considera.
La experta en la materia también dice que el acceso a la información es un “derecho bisagra”, ya que permite potenciar otros derechos, como el derecho a la salud.
En este contexto de la emergencia sanitaria es importante contar con buenos canales de comunicación para que los ciudadanos puedan tener toda la información que requieran.
“Sabiendo que hay áreas vulnerables como las contrataciones y compras públicas, los programas sociales y las medidas de apoyo económico o los inventarios de medicamentos, es fundamental implementar estándares de transparencia especialmente en estos focos rojos donde es posible que alguien quiera aprovecharse de la pandemia y hacer negocio”, considera.
Por ello, el propio Gobierno tiene que impulsar políticas de transparencia proactiva en sectores prioritarios.
“Esto coincide con lo que ha dicho Transparencia Internacional y lo que han dicho instancias que estudian el combate a la corrupción, en donde ya sabemos que en época de crisis sanitaria hay ciertas áreas que se vuelven vulnerables a la corrupción por la presión que hay de los gobiernos por responder”.
Como ejemplo, Morales Canales, refiere el caso de la compra por parte del IMSS de 20 ventiladores por un precio de 1.5 millones de pesos cada uno a una empresa del hijo del titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett.
La importancia de los detalles en la rendición de cuentas
L os errores en la inscripción de datos en Compranet y otras bases públicas no son un tema menor, ya que se ve afectado el acceso a la información y la libre empresa, afirma Claudia Ocaranza, coordinadora de Periodismo en la organización PODER.
“No es menor el tema de que los datos no estén bien en Compranet porque afecta por un lado la libertad de información, de la gente que no licitamos con el Gobierno de estar informados en qué gasta con detalles y especificaciones, ya que no es suficiente nada más revisar el presupuesto”, expone.
Estos errores en las cifras afectan a las personas, a las empresas que sí licitaron con el Gobierno y por otro lado a los mismos funcionarios que están buscando información referente a cierto tipo de contrataciones o productos.
Ocaranza ejemplifica que algunos funcionarios realizan estudios de mercado con Compranet y al encontrarse cifras imprecisas se pueden llegar a hacer nuevas compras con montos superiores.
“(Un funcionario público) puede encontrar algún importe mal y no es su responsabilidad revisar que la información en Compranet la hayan subido bien. Y se puede ir con alguna información que no es la correcta y es un importe más alto del que en realidad pagó esa otra dependencia”, apunta.
Para los empresarios también es común enfrentarse a este tipo de erratas y tienen que solicitar los contratos de manera formal a través de transparencia, lo cual tardará alrededor de 30 días en promedio.
“A veces nos llega información de alguna empresa o un empresario o empresaria y nos dice ‘oye, este dato está mal’ y en realidad ese dato viene de Compranet, que lo capturó mal. Los responsables de las unidades compradoras capturaron mal esos datos y si alguien como nosotros no se da cuenta, quedan ahí mal para otras personas que sí los pueden revisar, como lo son estas empresarias y empresarios, y personas responsables de licitaciones públicas en cada una de las empresas que licitan con el Gobierno”, expresa Claudia Ocaranza.