En el Municipio de Monterrey está ocurriendo lo nunca antes visto.
En los últimos cuatro días la capital del estado ha sido encabezada por tres presidentes municipales: un alcalde sustituto, uno en funciones y desde ayer por un nuevo encargado del despacho.
Todo este manoseo de la silla municipal se ha dado entre el lunes y jueves, y tiene a la ciudad asomándose a un grave vacío de poder e incertidumbre legal.
El miércoles el ex alcalde Fernando Larrazabal se anotó un triunfo legal en su camino al
Congreso federal en San Lázaro, pero los saldos que está provocando su batalla legal en el gobierno municipal se están multiplicando.
El miércoles, el Tribunal Electoral revocó el acuerdo de Cabildo donde se le ordena a Larrazabal regresar a la Alcaldía regia.
Gracias a esa resolución del Trife, Larrazabal salió bien librado de la situación de inelegibilidad en que hubiera caído, en caso de haber regresado a la Alcaldía.
Inelegibilidad para poder ejercer su nuevo cargo de diputado federal a partir del mes de septiembre.
Pero en el Palacio Municipal, ayer se concretó lo que adelantó Reporte Indigo: la renuncia de Camilo Ramírez Puente, quien desempeñaba desde el lunes las funciones de alcalde de Monterrey.
Ramírez Puente decidió dejar su cargo tras sostener un desacuerdo con personal de la Dirección Jurídica de Monterrey que dirige Adrián González, diputado local electo del PAN y colaborador cercano de Larrazabal.
González habría tomado la decisión de retrasar la notificación al juez federal sobre el cumplimiento que hizo el Cabildo regio el lunes, cuando aprobó un acuerdo para revocar la licencia otorgada a Fernando Larrazabal y ordenar que regresara a su puesto.
Esta contraorden del ex funcionario municipal fue uno de los motivos para que el secretario de Ayuntamiento y alcalde en funciones tomara la decisión de renunciar a su cargo, desatando una crisis interna en el Municipio.
El día de ayer, en sesión extraordinaria de Cabildo, los regidores designaron una vez más como encargado del despacho y munícipe en funciones al regidor Jaime Bazaldúa.
El sábado apenas, Bazaldúa había sido destituido por el Congreso del Estado por una orden judicial emitida por el Juez Tercero de Distrito en Materia Administrativa en el Estado, como parte de un juicio de amparo promovido en contra del “chapulineo” de Larrazabal.
La tarde del lunes el Cabildo de Monterrey destituyó a Bazaldúa como alcalde sustituto de Monterrey y nombró al secretario de Ayuntamiento, Camilo Ramírez Puente, como el nuevo alcalde en funciones.
Entre el lunes y el jueves el regidor Jaime Bazaldúa y el secretario de Ayuntamiento de Monterrey, Camilo Ramírez Puente, se han prestado entre sí la alcaldía regia.
Hoy fuera de la administración municipal, Ramírez Puente podrá regresar al Congreso federal donde se desempeñaba como legislador federal del PAN hasta hace tres meses que vino a Monterrey a relevar a Juan Carlos Ruiz.
Ramírez Puente se desempeñó como secretario del Ayuntamiento y como jefe de la Policía nicolaíta durante la gestión de Zeferino Salgado, ex alcalde de San Nicolás.
En entrevista con Reporte Indigo, el ex munícipe Fernando Larrazabal rechazó que exista un vacío de poder en el Municipio de Monterrey, tampoco aceptó que exista incertidumbre jurídica.
“En ningún momento ha dejado de haber un alcalde al frente de la ciudad de Monterrey”, aseguró el diputado federal electo del PAN.
“Han sido dos días, pero no de incertidumbre jurídica, porque la certidumbre jurídica siempre ha estado”.
Larrazabal atribuyó esta situación de “confusión” a las resoluciones judiciales dictadas la semana pasada por un juez federal y magistrados de un tribunal colegiado.
“Ellos (los jueces) son los que han ocasionado con sus resoluciones las confusiones de los últimos dos días”, acusó Larrazabal.
“Todo esto lo ha ocasionado la mala decisión tomada por un juzgado administrativo al haber revocado un tema eminentemente electoral”.
El panista se quejó de que el PRI ha tratado de confundir con este tema a los habitantes de Monterrey.
“El municipio no deja de funcionar”, aseguró.
“La basura se sigue recogiendo, las lámparas siguen prendidas, el mantenimiento de la ciudad, el servicio de tránsito permanece…”.