Uber: el fin del encanto

Uber es hoy víctima de su propio éxito.

Cuando arrancó la plataforma era una buena opción para muchos. Los dueños de un auto podían trabajar sólo en sus tiempos libres y obtener buenas ganancias. Los requisitos eran presentar el vehículo y dar de alta a las personas que lo conducirían. Todo iba bien.

Pero... llegó el negocio.

Era tan bueno que más y más personas se han inscrito para ofrecer el servicio. Hay quien tiene varios autos inscritos en la plataforma. Hoy los conductores sufren y pagan las consecuencias del éxito que tuvo esta empresa.

Julio Ramírez Julio Ramírez Publicado el
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70
por ciento de las personas que están en el área más baja de la escala económica posee un teléfono celular Banco Mundial
Anteriormente era recurrente la aplicación de la tarifa dinámica en Polanco, Del Valle, Coyoacán, Tlalpan, a veces hasta Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco. Y ahora sólo se aplica en horas pico
“Todo lo ponemos nosotros de nuestra bolsa y ellos (Uber) cada vez quieren ganar más. Esto tiene un rato que ya no es negocio. No es tan bueno como antes, todos los días llegan más y más choferes”
AlfredoChofer Uber
“En Uber son unos hijos de la chingada. Te califican que el carro esté limpio, que haya buena conducción, que seamos amables, bueno, hasta que la música sea del agrado del pasajero (…) Excelencia en el servicio, dicen ellos, pero la excelencia en el cobro es lo que no conocen”
ArturoChofer Uber
“Al principio era rentable, podías ganar trabajando 10 horas diarias facturabas hasta ocho mil o 10 mil pesos en una semana (…) Ahora ya no levanta la gente eso” 
AlejandroChofer Uber
https://youtu.be/HjbaLmM6_sE

Uber es hoy víctima de su propio éxito.

Cuando arrancó la plataforma era una buena opción para muchos. Los dueños de un auto podían trabajar sólo en sus tiempos libres y obtener buenas ganancias. Los requisitos eran presentar el vehículo y dar de alta a las personas que lo conducirían. Todo iba bien.

Pero… llegó el negocio.

Era tan bueno que más y más personas se han inscrito para ofrecer el servicio. Hay quien tiene varios autos inscritos en la plataforma. Hoy los conductores sufren y pagan las consecuencias del éxito que tuvo esta empresa.

Los choferes entrevistados critican que Uber –empresa de San Francisco, California, con domicilio fiscal en Amsterdam, Holanda– haga el negocio a costa de ellos.

Y es que, según dicen, con la llegada de la modalidad Uberpool (vehículo compartido entre distintos usuarios) y la baja en las tarifas, tienen viajes en que si se descuenta su inversión, les quedan alrededor de 8 pesos de ganancia. Por si fuera poco, Uber no deja de ganar sin gastar en gasolina ni pagar el mantenimiento de los autos.

En este trío, sólo hay dos contentos: Uber y los usuarios.

Los socios comienzan a sentir el fin del encanto, luego de que les prometieron obtener ganancias por arriba de los 40 mil pesos mensuales y hoy están lejos de eso. Un vehículo debe tener al menos dos turnos de choferes para dejar ganancias.

Mientras tanto, Uber no deja de recibir socios. Hay Uber por todos lados y mantiene su campaña para que lleguen más y más a engrosar el negocio.

“¿Tienes un automóvil? Conviértelo en una máquina de generar dinero. Hay mucha actividad en la ciudad y Uber hace que aprovechar la acción sea sencillo. Además, ya tienes todo lo que necesitas para comenzar. Conduces cuando quieres”, dice la campaña de la empresa.

Además de las críticas por el caso de una violación a una mujer quien tomó uno de estos transportes en la zona de La Condesa, en la Ciudad de México, y las políticas de privacidad en los datos que la empresa maneja, hoy en los socios hay descontento y hasta se han manifestado en contra de los incrementos de la empresa.

La política de manejo de datos de Uber indica que operarán datos personales como nombre, teléfonos, información de operación del servicio, las preferencias de los usuarios, información del teléfono del usuario como modelo, número de serie y marca, direcciones IP, entre otros.

El modelo de protección de Uber ha sido criticado porque la información se maneja en varios países, cuya legislación en materia de datos personales puede permitir hacer mal uso de ella, lo cual Uber ha negado.

En abril pasado, la empresa informó que entregó al gobierno de EU, una base de datos de viajes de 14 millones de usuarios, lo que levantó una serie de críticas.

‘Ya no hay tarifas dinámicas’

Alejandro lamenta que la tarifa dinámica, que es la que realmente conviene a los choferes, ya casi no se aplica salvo en algunos casos. La única zona que mantiene este modo de cobro casi todo el día es Cuajimalpa, donde la gente requiere bastante servicio.

“Antes en las mañanas salías a las 5:00 o 6:00, que es la hora en que yo salgo normalmente a trabajar, y sí agarraba un viaje y empezaba la tarifa dinámica. Y ahora son muy pocas las zonas donde está la tarifa dinámica y son puntos muy pequeñitos y así no está tan roja. Antes lo que te convenía es que en todas partes de la ciudad estaba la tarifa dinámica”, afirma el socio de Uber.

Anteriormente era recurrente la aplicación de ese costo en Polanco, Del Valle, Coyoacán, Tlalpan, a veces hasta Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco. Y ahora sólo se aplica en horas pico.

Alejandro asegura que los usuarios están encantados con el servicio de Uberpool, en el que pueden compartir sus viajes, pero casi no les conviene a los choferes ofrecer ese servicio, pues el ingreso se reduce. Uber los obliga a tomar los servicios en esta modalidad, so pena de quitarles su membresía.

“A Uber lo que le interesa ahorita es agarrar a cuanto quiera meter su coche a Uber. Al principio era rentable, podías ganar trabajando 10 horas diarias facturabas hasta ocho mil o 10 mil pesos en una semana. Cuando mucha gente decía ‘voy a trabajar 12 ó 15 horas’, pero sé que voy a levantar 15 mil pesos en la quincena. Ahora ya no levanta la gente eso”, confía Alejandro.

“Cuando yo empecé en Uber la cuota era de un 20 por ciento de la comisión de todo lo que tú facturaras. Antes yo trabajaba un coche, pero este ya es mi auto. Cuando yo entré a trabajar con mi auto no tenía ni un mes y me la subieron al 25 por ciento y ahorita en febrero o marzo la subieron hasta 30 por ciento. Al final, tú también tienes que ganar, no nada más ellos”, considera.

Uber llegó primero al mercado del transporte privado, pero hoy no está solo. Empresas como Cabify, Avant y Easy Taxy han comenzado a competirle tanto en el servicio a usuarios como en la contratación de choferes.

Cada vez son más los conductores de Uber que se mudan a otras plataformas que ofrecen menos comisiones.

“A veces la gente te quiere llevar por los segundos pisos y Uber no les cobra eso a los usuarios. Al final tú estás haciendo un gasto. Yo tengo que pagar mi TAG. Yo tengo que pagar mantenimiento, gasolina, aguas y hasta mi vestimenta. A mí me exigen que ande de traje, pero por qué vas a andar de traje si no es rentable. Una tintorería de un traje no te cuesta 30 pesos”, afirma.

Por si fuera poco, aseguran, muchos usuarios ya encontraron la fórmula para los “viajes baratos” en Uber.

“Hay gente que viaja dos kilómetros y pide un Uberpool… ¿Qué otra persona se va a subir en ese trayecto para viajar por el mismo sitio? Nadie. Sin embargo, te dan una cuota más barata. En lugar de pagar 35 pagas 25, son 10 pesos, pero aparte de esos 25 quítame el 25 por ciento, ya son 18.50 lo que yo estoy cobrando y la gente se vuelve mañosa porque hay distancias largas, pero vas en contraflujo de donde la gente no va ahorita. Es obvio que no vas a encontrar otro usuario de Uberpool en ese camino”.

Hay veces que la app para dirigir el vehículo (Waze) decide subir a segundos pisos que son de cobro, porque marca la ruta más corta, lo que genera aún más gastos para los conductores.

“Uber siempre queda bien como marca, porque da un servicio barato, pero quien lo sufre soy yo. Porque yo lo pago”, cuenta Alejandro, socio de la empresa de transporte privado.

Uber es una ‘cachadora’

Uber es un negocio redondo. No invierte en nada, solamente dictamina y regaña a los conductores cuando hacen algo mal y sólo cobra, afirma Alfredo, chofer que ronda por el área del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

“Uber es una empresa que no te pone nada. Un día dejamos de ser personas con nombre para convertirnos en un número. No le importamos en absoluto. Cuando me preguntan que si yo trabajo en Uber les digo que no, que yo hago grande a Uber y de ahí saco un dinero para poder vivir. Porque así es”, indicó en entrevista.

“Uber es una ‘cachadora’ que goza de muy buen nombre, pero a costa de los socios. Te exige que traigas carro lavado, pero no paga para que lo laves. Te exige que te ganes al pasaje con agüitas purificadas para que te den buena calificación (cinco estrellas), pero no paga las aguas. Uber te dice que uses traje para dar buena impresión, pero no he sabido de algún chofer al que le paguen un traje”, comenta.

“Todo lo ponemos nosotros de nuestra bolsa y ellos cada vez quieren ganar más. Esto tiene un rato que ya no es negocio. No es tan bueno como antes, todos los días llegan más y más choferes”, lamenta.

Otro automovilista, Arturo, anteriormente fue taxista, luego se consiguió un trabajo como contador en una delegación, se jubiló, pero con sus menos de 60 años afirma que tiene muchas ganas de seguir trabajando y vio en Uber una buena opción. “No está mal”, asegura, “pero antes estaba mejor”.

“Si se les ocurre darle otra subida a la comisión ya no me voy a dedicar a esto”.

Si el gobierno fuera como Uber, considera Arturo, no habría basura en la vía pública, nadie se pasaría los altos, no habría peleas en las calles, y la gente no manejaría en estado de ebriedad.

“En Uber son unos hijos de la chingada. Te califican que el carro esté limpio, que haya buena conducción, que seamos amables, bueno, hasta que la música sea del agrado del pasajero y que le des agüitas y dulcecitos para que vaya a gusto. Excelencia en el servicio, dicen ellos, pero la excelencia en el cobro es lo que no conocen”, apunta.

El esquema innovador de negocio ha hecho que los usuarios “se enamoren” de Uber.

“Los clientes llegan a enamorarse. Enamorarse. Así, de plano. Un usuario que toma Uber ya no se va a otra empresa. Es barato, es limpio, seguro. Sí, hubo una violación, sí, pero sólo una. En los taxis todos los días hay 20 y nadie dice nada. Es rápido. Es moderno. Uber no te vende un viaje, te vende una experiencia, es como traer un carro con chofer. ¿Quién no ha soñado con eso?”

“¿Hasta yo que soy chofer quiero eso?”, asevera Arturo.

La uberización de la vida

Se va a uberizar, el mundo se va a uberizar.

En diferentes partes del mundo ya se habla de “La uberización de la vida”: ¿Necesitas un servicio de limpieza? ¿Una pizza, un plomero, un albañil, un masajista? ¿Qué tal un guardaespaldas por un día?

Todo está a un solo clic de distancia a través de un teléfono inteligente y la solvencia de una tarjeta de crédito.

Sin embargo, la llegada de las nuevas tecnologías para la vida no ha reportado siempre beneficios, sobre todo en países en desarrollo, en donde casi el 70% de las personas que están en el area más baja de la escala económica posee un teléfono celular, así lo indica el Informe sobre Desarrollo Mundial 2016 elaborado por el Banco Mundial.

Ante este panorama “tecnologizante” que aporta “dividendos digitales” para las personas, es decir, beneficios derivados de la utilización de estas tecnologías, se ha visto impulsado el crecimiento, ampliado las oportunidades y mejorado la prestación de servicios… pero este impacto hasta la fecha ha estado por debajo de las expectativas y sus beneficios se distribuyen de manera desigual.

En este punto, de acuerdo con las sugerencias del Banco Mundial, el gobierno tendría que regular a estas empresas para el bien de los usuarios.

“No bastará con adoptar las tecnologías digitales en mayor escala. Para sacar el máximo provecho de la revolución digital los países también deben ocuparse de los ‘complementos analógicos’: reforzar las regulaciones que garantizan la competencia entre empresas, adaptar las habilidades de los trabajadores a las exigencias de la nueva economía y asegurar que las instituciones sean responsables”.

La tecnología ofrece las condiciones para que la inversión de socios se sume, sin que los dueños de las empresas tengan que invertir, refiere el Informe del Banco Mundial.

“En circunstancias de competencia entre las empresas en línea y las tradicionales, los entes reguladores luchan por salvaguardar los intereses de los consumidores y los trabajadores en un mundo en que la mayor empresa de taxis no es propietaria de ningún automóvil y la mayor empresa hotelera no es propietaria de ningún inmueble. Este nexo entre la tecnología y la regulación implica que los gobiernos deben garantizar un clima de negocios en que todas las empresas puedan conectarse con facilidad y competir”, indica el organismo internacional.

Adelantan las tarifas

Ayer Uber dio otro golpe a sus socios al congelar las tarifas en UberX.

“Las tarifas por adelantado son calculadas a partir del tráfico, el tiempo pronosticado, la distancia del viaje, así como cuántos usuarios y conductores están usando Uber en ese momento. Sólo cuando las tarifas suben más de 1.9x deberás confirmar que estás de acuerdo, tal como lo haces ahora. De ahí en fuera, olvídate de multiplicaciones complicadas y sorpresas, solo tienes que subir y disfrutar del viaje”, anunció ayer la empresa.

La opción estará disponible únicamente para el 25% de los usuarios de la Ciudad de México.

La tarifa se estima a partir de las condiciones de tránsito y el tiempo y la distancia de traslado. Hasta hoy, los usuarios tienen un estimado del costo del viaje, pero puede variar de acuerdo a los diferentes factores.

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