Un conflicto que escala

En menor intensidad, pero los primeros desencuentros entre el Gobierno de la Ciudad de México y el federal fueron las declaratorias de contingencia ambiental en la Ciudad de México.

Luego vino el tema de los verificentros, clausurados por la Profepa, y la muerte del gorila Bantú en el Zoológico de Chapultepec terminó por subir el tono a la confrontación del Gobierno de la Ciudad de México con esa dependencia.

Carlos Salazar Carlos Salazar Publicado el
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Las declaraciones de Mancera sobre los presuntos ataques del Gobierno Federal a la CDMX podrían tratarse de una estrategia rumbo a la sucesión presidencial 2018
“No me parece correcto que se esté atacando a la Ciudad de México. Por eso hago un llamado al presidente de la República” 
Miguel Ángel ManceraJefe de Gobierno de la Ciudad de México

En menor intensidad, pero los primeros desencuentros entre el Gobierno de la Ciudad de México y el federal fueron las declaratorias de contingencia ambiental en la Ciudad de México.

Luego vino el tema de los verificentros, clausurados por la Profepa, y la muerte del gorila Bantú en el Zoológico de Chapultepec terminó por subir el tono a la confrontación del Gobierno de la Ciudad de México con esa dependencia.

“No me parece correcto que se esté atacando a la Ciudad de México”, dijo la semana pasada Miguel Ángel Mancera. “Por eso hago un llamado al presidente de la República”.

El jefe de Gobierno de la Ciudad de México ha elevado el tono de la confrontación con el Gobierno federal, y está rompiendo la cordialidad de la relación entre ambos entes, que viene desde 2012.

Desde el inicio del mandato, tanto de Enrique Peña Nieto como de Miguel Mancera, la relación del Gobierno federal con el gobierno capitalino ha sido armónica, un matrimonio de conveniencia.

Muestra de la buena relación es la próxima promulgación de la nueva Constitución de la ciudad, que será posible gracias a la Reforma Política, impulsada por Mancera y que Peña Nieto se encargó de aprobar.

Sin embargo, en las últimas semanas se ha acelerado el desencuentro entre las autoridades federales y locales, y por primera vez en 3 años y 7 meses de gobierno, Mancera alza la voz contra la Federación.

Los primeros roces fueron en abril pasado, cuando la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) del Gobierno federal intervino para establecer medidas más duras ante la emergencia ambiental, entre ellas el endurecimiento del programa Hoy No Circula, que impactó negativamente en la imagen de Mancera.

El PRD capitalino y algunos miembros del gobierno de Mancera llegaron a señalar que detrás de las medidas tomadas por la Came había un sesgo político, aunque el titular de Semarnat, Rafael Pacchiano, lo rechazó.

El rompimiento

La siguiente confrontación se suscitó a inicios de julio, con la puesta en operación de la nueva norma ambiental y el cierre de los verificentros que operan en la Ciudad de México, al no cumplir la normativa federal.

La Came anunció un nuevo sistema de verificación vehicular, a través de un software más moderno, para evitar irregularidades en la operación de los centros de verificación.

La Profepa clausuró 91 líneas de verificación vehicular en 21 verificentros, por fallas en el sistema de medición de emisiones contaminantes. Para el 6 de julio, 63 verificentros en la capital optaron por cerrar para evitar la clausura.

La secretaria de Medio Ambiente de la ciudad, Tanya Müller, dijo que las clausuras eran injustas puesto que los establecimientos cumplían con la normatividad vigente, acusando a la Profepa de irregularidades en las inspecciones.

Mancera señaló que detrás de las acciones de la Profepa, al frenar la operación de los verificentros, hay un “juego político” por parte del Gobierno federal.

“Si los señores de la Federación le quieren seguir, por el otro lado, subiendo el volumen, también nosotros vamos a seguir subiendo el volumen”, dijo el jefe de Gobierno, consumando el rompimiento.

En respuesta, Guillermo Haro dijo que los comentarios de Mancera no eran correctos y que por primera vez en 25 años habrá una autoridad que revisará que los equipos en verificentros funcionen correctamente.

Choque por Bantú

Faltaba un capítulo en esta confrontación. Sería la muerte de un gorila del Zoológico de Chapultepec lo que terminaría de fracturar la frágil relación.

El pasado 7 de julio, cuando era preparado para ser trasladado a Guadalajara, el gorila Bantú falleció debido a un paro cardiorrespiratorio mientras estaba sedado.

La Profepa anunció que investigaría las causas de la muerte, para determinar si hubo irregularidades o si se rompieron protocolos, y si procede sanción contra algún funcionario.

Sumado al tema de Bantú, la Profepa seguía su particular batalla con la Secretaría del Medio Ambiente local por el tema de los verificentros.

“Sabemos que están atacando a la Ciudad por parte de esta Procuraduría, que ya no quiero mencionar, ya saben ustedes a qué nos referimos”.

También hizo un llamado al presidente de la República, reiterando que espera pronto platicar con él, porque no le parece correcto que se esté atacando a la Ciudad de México así.

Tiempos políticos

Las declaraciones de Miguel Mancera podrían tratarse de una estrategia para posicionarse como la mejor opción de la izquierda rumbo a la sucesión presidencial del 2018

En busca de posicionarse como la mejor opción para una izquierda fragmentada, Mancera estaría endureciendo el discurso justo cuando más cuestionado es su gobierno al frente de la metrópoli.

Miguel Ángel Mancera ha tenido más de una oportunidad de alzar la voz contra la Federación, como la polémica con la SCT por el futuro del espacio del actual Aeropuerto, pero había mantenido una actitud de no enfrentamiento.

Su popularidad está en horas bajas. Una reciente encuesta publicada por El Universal revela que el 70 por ciento de los capitalinos desaprueba el gobierno de Mancera, y sólo el 17 por ciento lo aprueba.

Ésta puede ser una de las principales razones del cambio de estrategia, pues la cercanía con Peña Nieto no le estaría redituando ningún beneficio político, sino todo lo contrario.

Si le sumamos el endurecimiento del Hoy No Circula, el nuevo reglamento de tránsito, entre otras, de las cuales ha asumido el mayor costo político, se hacía evidente la necesidad de un cambio.

Incluso hay versiones de que miembros del partido que lo llevó a la jefatura, el PRD, cuestionan su actuación al frente del gobierno capitalino, su cercanía con Peña Nieto y la postura, carente de crítica, ante el Gobierno federal.

Quizá Mancera haya dado el primer paso para elevar el nivel de discurso contra el Gobierno federal, y erigirse en oposición al mismo, como lo ha sido históricamente el PRD, buscando sonar aún con la candidatura presidencial.

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