El arribo masivo de sargazo en las costas del caribe mexicano, principalmente en Quintana Roo podría generar en un corto plazo un desastre ecológico y por ende un desastre socioeconómico en la zona, advierte investigadora de la UNAM.
En una conferencia desde la unidad académica del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM en Puerto Morelos, la Doctora Brigitta Ine van Tussenbroek agrega que si no se mitiga este fenómeno, en la próxima década podría haber un cambio permanente e irreversible en el ecosistema.
“Es uno de los pocos casos que conozco de un desastre ecológico está relacionado con un desastre socioeconómico. Prácticamente toda la industria de Quintana Roo depende del turismo. Se podría perder el atractivo que es el mar azul turquesa, la arena blanca. Los turistas solo ven toneladas de materia orgánica en descomposición. Este estado podría perder su fuente principal de ingreso”, señala.
Asimismo, recalca que además de las múltiples secuelas que podría tener esta problemática en la materia social y económica o el impacto visual que genera el sargazo, también hay que tomar en cuenta los daños para el ecosistema marino, que está recibiendo una gran cantidad de contaminantes y de materia orgánica, un impacto para el que no está preparado.
Al ser un fenómeno relativamente nuevo, no se ha investigado lo suficiente, ni hay lineamientos establecidos para combatirlo. Es por ello que lo principal en ese momento es impulsar la investigación sobre el arribo masivo de sargazo y coordinar los esfuerzos individuales que se están llevando a cabo.
“Lo que falta es un órgano que dirija todos los esfuerzos para manejar el sargazo de manera adecuada. Hay muchas iniciativas pequeñas a pequeña escala que no son suficientes. Hace falta coordinación. Ya sobrepasa la capacidad de respuesta individual de los municipios o de los hoteleros”, apunta.
Aunque no hay mucha información al respecto, la investigadora señaló que hay algunos hoteles importantes en la zona que están gastando alrededor de un millón de pesos al mes solamente para limpiar sus playas. A esto se suma la multiplicación de cancelación de las reservaciones, lo que está generando un impacto severo en la industria turística.