El gobierno de Quintana Roo busca controlar la invasión de sargazo que está afectando las playas.
El gobernador Carlos Joaquín anunció la llegada de vallas ecológicas, las cuales se colocarán mar adentro y evitarán la llegada de estas plantas a las costas de los principales destinos turísticos, además de que preservarán el medio ambiente.
“Hoy tenemos la posibilidad de empezar un proyecto de instalación de vallas como las que usan para derrames petroleros”, dijo el mandatario desde Playa de Carmen para después anunciar que el proyecto tendrá un costo de 300 millones de pesos y se aplicará en los siete municipios costeros del estado.
El inicio de la ‘sargazera’ iniciará en Playa del Carmen e incluirá recoger la alga del mar y cerca de la costa, e incluso la que llegue a las dunas.
El mandatario informó que universidades públicas y privadas de Quintana Roo trabajan junto a la de Galveston para encontrar el origen de la invasión del sargazo, además de su posible aprovechamiento.
300
“Estamos recibiendo apoyo universitario porque al fin y al cabo lo importante sería buscar un fin para el sargazo. No lo hay. Se dice que sirve para abono, para forraje, alimento para ganado, que sí sirve para medicina; dicen que puede servir para alimento, que si en China se consume. No hay realmente un dato real conocido de esa situación”, agregó.
Al finalizar su ponencia, el gobernador dijo que actualmente se vive la parte más fuerte de la invasión de la planta marina, la cual bajará a partir de septiembre.
De acuerdo con el último reporte del gobierno de la entidad, se habían recolectado en los últimos 450 días 120 mil metros cúbicos de sargazo en 38 kilómetros en las playas de siete municipios.
Algunos prestadores de servicios han reportado afectaciones en la ocupación hotelera, pero la Secretaría Estatal de Turismo (Sedetur) negó que el sargazo haya influido el descenso de la llegada de visitantes.
En días recientes la Doctora Brigitta Ine van Tussenbroek dijo que si no se mitiga este fenómeno, en la próxima década podría haber un cambio permanente e irreversible en el ecosistema.
“Es uno de los pocos casos que conozco sobre un desastre ecológico que está relacionado con un desastre socioeconómico. Prácticamente toda la industria de Quintana Roo depende del turismo”, dijo Tussenbroek.
