Hubo acusaciones de corrupción, enriquecimiento ilícito y relación de algunos candidatos con grupos del crimen organizado
Los candidatos Miguel Ángel Yunes Linares, Héctor Yunes Landa y Cuitláhuac García cerraron sus campañas a la gubernatura de Veracruz con un virtual empate técnico.
De esa forma, el estado se perfila a vivir una jornada electoral histórica, no solo por la falta de un delantero claro en las preferencias electorales, sino porque la tendencias apuntan a que el ganador lo hará con mínima diferencia de votos.
Y es que la de Veracruz podría ser la elección más cerrada de las 12 que se realizan para elegir gobernador el próximo domingo en diversos estados del país, en donde ya hay marcadas tendencias en los procesos de Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Chihuahua, Sinaloa y Zacatecas.
Al cierre de la etapa de promoción política, lo que prevalece en el ánimo del electorado son las múltiples acusaciones lanzadas en todas direcciones sobre actos de corrupción, enriquecimiento ilícito y relación de algunos candidatos con grupos del crimen organizado.
Otro de los rasgos que distinguen la elección de Veracruz, es que de ser una contienda entre los primos -Héctor Yunes Landa y Miguel Ángel Yunes Linares- se abrió a la posibilidad de un tercer contendiente: el candidato de Morena, Cuitláhuac García.
Aun así, la presidencia del Organismo Público Local Electoral (OPLE) de Veracruz aseguró que se espera que sea una jornada pacífica, de participación y sin mayores incidentes.
El único incidente reconocido por el OPLE, de acuerdo a la versión del consejero electoral Jorge Alberto Hernández y Hernández, es la impresión de 40 boletas de elección de Gobernador que resultaron manchadas de tinta, dos folios faltantes, dos boletas rotas y una con defectos de impresión, así como 11 boletas marcadas indebidamente de origen.
“De acuerdo al director de Organización Electoral del OPLE, Gregorio Arellano Rocha, el proceso de impresión de la documentación electoral para la votación del domingo ha sido “escrupuloso y vigilado”.
Caballada, a la carga
El ambiente de tranquilidad que intenta mantener el OPLE ha sido trastocado por el discurso de algunas figuras políticas nacionales que acudieron a Veracruz con la intención de apoyar a sus candidatos al Gobierno estatal.
El expresidente Felipe Calderón, quien llegó para apoyar a Miguel Ángel Yunes Linares, incendió los ánimos de la opinión pública.
Señaló al gobierno de Veracruz –encabezado por el priista Javier Duarte– de desvío de recursos, además de haber entregado el control de la policía a las organizaciones criminales.
Calderón denunció públicamente que, como Primer Mandatario del país conoció del desvío de alrededor de 3 mil millones de pesos por parte del gobierno de Veracruz, sin embargo, reconoció implícitamente la pasividad de su administración al no ejercer acción penal contra Duarte.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador, líder nacional de Morena, calificó al Gobierno estatal de deshonesto y señaló que la corrupción es el mayor de los problemas que afronta Veracruz.
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