El desastre inmobiliario en el Área Metropolitana de Guadalajara cuenta con nombres, apellidos e intereses especiales en la región, la cercanía de estos fraccionadores con los principales gobiernos en la metrópoli no son poca cosa, y registros de transparencia muestran que, tan sólo en cuatro meses del año, se han visto beneficiados con licencias para sus empresas.
Una revisión por parte de Reporte Indigo da cuenta que en lo que va del año, diversas licencias de construcción para fraccionamientos de personajes cercanos al alcalde tapatío, Enrique Alfaro Ramírez, han sido autorizados a pesar del repudio que han generado al construir en otras zonas.
Desde su llegada a la administración del Ayuntamiento de Guadalajara, Alfaro Ramírez esbozo un discurso en contra de la corrupción y por la sanidad de la ciudad a través de sanciones a los “malos constructores”.
Sin embargo dicha mirada sólo iba dirigida a ciertos empresarios, ya que las construcciones que la administración alfarista catalogó como irregulares sólo se hizo en cuanto a las edificaciones verticales, sin echar una mirada al desastre inmobiliario de los fraccionamientos.
Estos grupos de cercanía con el actual gobierno y de carta abierta con los Municipios son públicamente conocidos, principalmente el Grupo Inmobiliario Mendelssohn y su filial Tierra y Armonía, aunque también empresas como el Consorcio GIG.
Entre familia
Los propietarios de Grupo Mendelssohn y Tierra y Armonía son José Errejón Hernández y Beatriz Eugenia Alfaro, tíos del actual edil tapatío.
En tanto que Consorcio GIG es del exsenador Raymundo Gómez Flores, mentor político de Alfaro.
De acuerdo con registro de obras para fraccionamientos que fueron autorizados por el Municipio de Guadalajara, sólo fueron otorgados tres, una para Conjunto Parnelli S.A. de C.V., y que cuenta con diversos registros de pésimas condiciones en sus construcciones, además de Casillas + Casillas S.A. de C.V.
Mientras que en agosto de 2016 destaca la autorización para el Grupo Inmobiliario Mendelssohn.
Esta revisión surgió luego de que Reporte Indigo detectara que, entre las pocas licencias que fueron otorgadas, el Ayuntamiento de Tlajomulco concedió diversos permisos a favor de la empresa Tierra y Armonía S.A. de C.V.
Los tres permisos otorgados fueron autorizados en marzo pasado, dos para la primera y cuarta etapa del fraccionamiento Adamar, antes Campestre Sur, y uno para el proyecto Altara II.
Diversos medios han dado cuenta del favoritismo que, durante sus administración en Tlajomulco, tuvo Enrique Alfaro con las empresas inmobiliarias, específicamente las que pertenecen a su familia.
En la administración de Alfaro en 2010-2012 se otorgó el cambio de uso de suelo de la zona conocida como Bosques de Santa Anita, para que Mendelssohn pudiera desarrollar lo que hoy se conoce como el fraccionamiento El Origen.
Además, durante 2014, en la administración de Ismael del Toro, se le condonaron 17 millones de pesos al consorcio Tierra y Armonía por la construcción de una avenida que da acceso a una zona residencial que conecta con la avenida López Mateos y Camino Real, en el sur de la ciudad.
El Ayuntamiento de Tlajomulco otorgó la concesión de dicho terrero de cerca de 38 hectáreas para construir Punto Sur.
Cuando Enrique Alfaro llegó a dicho gobierno lo hizo bajo la bandera de regularización del crecimiento desmedido que han tenido este tipo de desarrollos en las periferias de la ZMG, que ocasionan severos problemas sociales, económicos y de violencia.
Durante los últimos años el municipio de Tlajomulco tuvo un crecimiento importante no sólo en términos poblacionales sino también en densidad. Esta concentración de las jaliscienses en un mismo municipio ha llevado a un serio problema social y económico.
En lo últimos 25 años la superficie del espacio construido en la Zona Metropolitana de Guadalajara se duplicó, de acuerdo con el Plan de Ordenamiento Territorial Metropolitano (POTMet), presentado por el Instituto Metropolitano de Planeación en 2016.
El espacio que abarca a la metrópoli tapatía pasó de 31 mil 680 hectáreas en 1990 a 69 mil 240 en 2015, evidenciando un crecimiento de alrededor del 118 por ciento.
Se extiende
El POTMet da cifras del crecimiento de la mancha urbana en 25 años:
>> 31,680
Hectáreas espacio de la metrópoli tapatía en 1990
>> 69,240
Hectáreas abarcó la metrópoli en 2015, un crecimiento de casi 118 por ciento
>> 11,932
Hectáreas el crecimiento de la mancha urbana en Zapopan, duplicó su espacio
>> 9,000
Hectáreas de terreno construido en Tlajomulco, quintuplicó su crecimiento
La aglutinada mancha urbana
Las zonas que mayor crecimiento tuvieron en la ZMG están en Zapopan y Tlajomulco, caracterizados por el desmedido crecimiento inmobiliario que incluso liga a los fraccionamientos con los nombres citados anteriormente.
En Tlajomulco la familia Errejón Alfaro sigue teniendo prominencia en la construcción de fraccionamientos. Mientras que en la zona norte de Zapopan han proliferado desarrollos inmobiliarios a cargo de Raymundo Gómez Flores y la familia García Arce, cercanos exsocios de Hugo Villa Manzo y su yerno y alcalde de Zapopan, Pablo Lemus.
Estos últimos conocidos por las reiteradas denuncias públicas de despojo y hostigamiento para llevar a cabo sus construcciones en detrimento del bosque El Nixticuil, colindante con estos espacios inmobiliarios.
El POTMet reconoce que Zapopan es donde se registra el mayor crecimiento de la mancha urbana, incrementando 11 mil 932 hectáreas en más poco más de dos décadas. Duplicando el espacio de construcción, pero también aglutinando una tercera parte del crecimiento de la metrópoli.
Mientras que Tlajomulco, con cerca de 9 mil hectáreas de terreno construido quintuplicó su crecimiento, con un marcaje mayor al de la suma de otros municipios como Tlaquepaque y Tonalá. Su crecimiento fue equivalente a una cuarta parte del total de la ZMG.