Zona de silencio
En la espiral de violencia que se vive en el estado de Michoacán, a la mitad del fuego cruzado que a diario se registra en esta entidad, los periodistas de medios locales e independientes se han quedado atrapados.
Al menos una decena de trabajadores de los medios de comunicación ejercen bajo amenazas de cualquiera de los bandos en conflicto.
J. Jesús LemusEn la espiral de violencia que se vive en el estado de Michoacán, a la mitad del fuego cruzado que a diario se registra en esta entidad, los periodistas de medios locales e independientes se han quedado atrapados.
Al menos una decena de trabajadores de los medios de comunicación ejercen bajo amenazas de cualquiera de los bandos en conflicto.
El gobierno estatal que encabeza Fausto Vallejo Figueroa no ha sido capaz de crear un organismo de apoyo a los trabajadores de los medios de comunicación, pese al cúmulo de denuncias de agresiones que a diario llegan a la oficina de comunicación social.
Todos los asuntos de agravios a los periodistas están siendo atendidos por organismos civiles, como es el caso de la agrupación Casa de los Derechos de los Periodistas.
A decir de Rogelio Hernández López, coordinador de la citada agrupación, en Michoacán se están dando las condiciones para que la entidad se convierta en una zona de silencio, en donde los periodistas no podrán ejercer el derecho a informar, si antes no se aplican acciones de prevención. La Casa de los Derechos de Periodistas ya comenzó a capacitar a los reporteros mediante talleres de autoprotección, para que se cuiden entre ellos, ante la ausencia de la instancia oficial.
Por las amenazas que penden sobre diez periodistas michoacanos, la mayoría de ellos con residencia en la zona de Tierra Caliente y el oriente del estado, la fiscalía especial de atención a agravios a periodistas de la PGR ha iniciado una averiguación previa a fin de evaluar el riesgo real para que puedan proceder las medidas cautelares en favor de los trabajadores agraviados. Mientras eso ocurre, la mayoría de los periodistas se han autocensurado y han comenzado a ejercer su profesión con cautela.
De acuerdo a datos oficiales de la agrupación Artículo 19, el primer año de Enrique Peña Nieto podría ser más agresivo que el año más violento de Felipe Calderón en cuanto a los agravios a periodistas: en el 2009 se registraron 244 agresiones documentadas. Hasta el tercer trimestre del 2013 se han contabilizado 225 amenazas a trabajadores de la comunicación de todo el país.
En Michoacán, las condiciones de violencia que se han generado -por la confrontación de dos bandos de civiles armados que se disputan el derecho al control de la seguridad pública- ha empujado a los periodistas a quedar en medio del fuego cruzado, en donde son estigmatizados por cualquiera de los dos bandos, siempre bajo la facciosa acusación de “trabajar” para el bando contrario.
Ante este hecho, las empresas periodísticas se tratan de desmarcar de sus propios reporteros a fin de no asumir compromisos legales.
Fuego cruzado
El mayor punto de riesgo para el ejercicio periodístico en Michoacán se ubica en los municipios de Apatzingán, Aquila, Aguililla, Coalcomán y Tepalcatepec, sitios que son controlados por los grupos de autodefensas.
Los reporteros que trabajan en ese sitio han venido recibiendo amenazas de muerte apenas comenzó el conflicto armado. Ya son diez los periodistas locales que han recibido amenazas de muerte, sin tener clara la procedencia de la agresión.
Uno de los 14 agentes del Ministerio Público adscritos a la Fiscalía de la PGR para la atención de agravios a periodistas, ya se ha desplazado a Michoacán, para integrar la averiguación previa penal en contra de quien resulte responsable, esto a petición de la Casa de los Derechos de Periodistas que mantiene estrecha comunicación con los reporteros amenazados.
De acuerdo a datos de fuentes oficiales de la Fiscalía de la PGR, las amenazas contra los periodistas en Michoacán comenzaron a conocerse desde el mes de septiembre pasado, y se han venido intensificando en los últimos días, por lo que ya se considera en alerta permanente a todos los reporteros que cubren a diario el conflicto armado en la región de Apatzingán, Nueva Italia, Arios de Rosales, Aquila, Coalcomán y Tepalcatepec.
Aun cuando no se ha catalogado en el nivel de alerta, la Fiscalía de la PGR está iniciando la evaluación de riesgos para los reporteros que cubren la zona limítrofe de Michoacán y Jalisco, por el municipio de Vista Hermosa y Briseñas, en donde se han registrado agravios en contra de dos medios de circulación regional, a los que no se les ha permitido vender sus impresos en la zona, esto por disposición del alcalde de Vista Hermosa.
El gobierno estatal de Fausto Vallejo no ha hecho siquiera un pronunciamiento al respecto. El mecanismo federal de protección a los periodistas, aun no reacciona.
Michoacán, un foco rojo
De acuerdo a datos de la Fiscalía Especial para Atención de Delitos contra Periodistas de la PGR, Michoacán es uno de los tres más peligrosos para ejercer el periodismo en México.
El 12 por ciento de las averiguaciones iniciadas para evaluar riesgos corresponden a periodistas de esta entidad que han sido amenazados de muerte en forma anónima. Los estados más peligrosos para ejercer el periodismo son Veracruz y Tamaulipas.
La mayor cantidad de agravios que se han denunciado por los propios reporteros afectados, han sido por amenazas de muerte. Las retenciones temporales (levantones) han sido la segunda causa de denuncia, en tanto que las extorsiones ocupan el tercer lugar. En la mayoría de los casos, en donde se conoce la procedencia de las amenazas, está relacionado un funcionario de nivel municipal o estatal.
No deja de llamar la atención que ante el riesgo que se corre en el ejercicio periodístico en la Michoacán sea esta entidad la que mayor cantidad de redes locales de autoprotección tenga.
Con la ayuda de la Casa de los Derechos de Periodista se ha logrado instalar cinco redes de ayuda y reacción inmediata para periodistas en riesgo; están asentadas en Morelia, Lázaro Cárdenas, Zitácuaro, Zamora y Uruapan.
El total de periodistas que en Michoacán se ha acercado a las redes de autoprotección, derivadas de los cursos que viene impartiendo el organismo no gubernamental que encabeza Marta Olivia López Medellín, ya llega a los 110, de los que al menos el 20 por ciento de ellos ha tenido conflictos al ejercer su trabajo periodístico.
En Michoacán, explica Rogelio Hernández López, no se sabe a bien de donde vienen las amenazas a los periodistas, pero la experiencia indica que pueden provenir principalmente de los funcionarios públicos, aunque no se descartan otras fuentes, considerando el estado de violencia que se vive en esa entidad.
El peor…
El presidente Enrique Peña Nieto no cierra bien su primer año de gobierno en materia de seguridad para periodistas.
Este es uno de los años más violentos de los últimos tres sexenios, al sumarse –hasta el pasado mes de septiembre- un total de 225 agresiones a periodistas.
Durante el sexenio de Vicente Fox se documentaron 208 agresiones, y durante el régimen de Ernesto Zedillo se llegó a la cifra de 157 agravios. El gobierno de Felipe Calderón fue el más nefasto para los periodistas de todo el país, solo en esos seis año de gobierno hubo 940 agresiones a reporteros.
El mayor agravio a los periodistas, son las ejecuciones. Michoacán, en el estado de violencia en que se encuentra, ha pagado con la sangre de 6 periodistas muertos y la zozobra de 4 reporteros desaparecidos.
El mayor número de periodistas ejecutados en México fue el periodo de gobierno de Felipe Calderón, cuando fueron ejecutados 63 comunicadores.
Los depredadores
32%
De los agravios a periodistas ha sido por parte de uniformados (Ejército, Policía Federal y policías locales)
53%
De los agravios proviene de funcionarios municipales y estatales
7%
De las agresiones son por parte de funcionario o simpatizantes de partidos políticos
8%
Agravios que sufren periodistas procede desde la delincuencia organizada
FUENTE: Organización Articulo 19, tomando como referencia el años 2009, que fue el de mayor incidencia de agresiones a periodistas