Según el consejero presidente de la CEE, Mario Alberto Garza Castillo, sus ganancias habituales son de menos de 100 mil pesos y es el cobro de un bono lo que los coloca en la terna de los mejor pagados del país.

“Ahorita estamos en un año no electoral y un servidor, como mis compañeros ganamos prácticamente, brutos, un sueldo de 94 mil 251 pesos, pues lo que implica la reducción de los impuestos, etc (…) Que yo te puedo decir que mi cheque sale alrededor de 29 mil pesos por quincena, ahí están mis recibos”, afirmó.

El consejero presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco (IEPCJ), Guillermo Alcaraz Cross, en entrevista con Reporte Indigo, defendió los salarios que les otorga la institución con base en dos argumentos: porque así lo establece la Constitución local y porque se corresponden con el grado de sus responsabilidades y funciones.

Los consejeros electorales de los estados no conocen las palabras crisis y austeridad.

En un país donde predominan los bajos salarios, contratos por honorarios y nulas prestaciones, los órganos electorales del país pagan altos sueldos a sus consejeros electorales.

Además, les otorgan prestaciones de miles de pesos que los ubican como una casta privilegiada en el país.

Los ingresos de los consejeros electorales locales no son los mismos en todo el país. En cada entidad, las percepciones de los funcionarios electorales son distintos.

Considerado un derecho de los trabajadores, el aguinaldo es un bono especial que deben recibir empleados de empresas privadas y dependencias públicas.

En la mayoría de los casos, en las compañías se otorgan 15 días de salario como ese bono.

En cambio, en las dependencias públicas, el aguinaldo corresponde a 40 días de salario y, en ocasiones, se otorga una compensación de fin de año que es exponencialmente mayor al aguinaldo.

Para alguien que gana el salario mínimo –vigente hoy en 70.10 pesos al día- recibirá un aguinaldo de mil 50 pesos.