Era un secreto a voces, sobraban pruebas para confirmarlo, pero ahora bajo el mandato de su presidente Gianni Infantino, la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) aceptó la compra de votos para elegir a las sedes mundialistas.  

En un documento de 22 páginas dirigido a la oficina del fiscal de Estados Unidos en Nueva York, el organismo rector del balompié mundial reconoció por primera vez, la existencia de sobornos a federativos con el fin de que votaran por determinada sede.

Por primera vez desde 1988, la FIFA tiene un nuevo presidente. Gianni Infantino, el suizo de ascendencia italiana venció en las elecciones del viernes pasado y ahora tendrá el reto más grande de su carrera profesional.

Después de 15 años de trabajar como ejecutivo en la UEFA, el nuevo jerarca del futbol mundial prepara las armas para una de las batallas más difíciles que enfrentaría cualquier directivo: demostrar que es diferente a su antecesor.

FIFA agarró parejo. Expedientes del año pasado y del antepasado fueron buen motivo para ejercer su ley e imponer multas deportivas, pero sobre todo económicas a decenas de federaciones de futbol.

De Canadá a Uruguay, de Bangladesh hasta Australia o de China hasta Angola. Así de estricta se puso la Comisión Disciplinaria del máximo rector del futbol en el mundo al considerar toda clase de faltas durante los partidos oficiales.

Ocho años fuera de toda actividad relacionada con el futbol no es una sanción suficiente para la Cámara de Investigación del Comité de Ética.

Este organismo pugnará por que el suizo Joseph Blatter y el francés Michel Platini, sean suspendidos de por vida del mundo del balompié.

Según medios europeos, algunos integrantes de la Cámara de Investigaciones, creen que queda suficientemente demostrado que hubo un acto de soborno en el pago de los 1.8 millones de euros de Blatter a Platini, por lo que la sanción contra ellos debe ser ejemplar.

FIFA es asediada. Reportes, fotografías, investigaciones y detenciones. Los dirigentes sienten la persecución mientras que las autoridades judiciales cuentan con elementos necesarios para ejecutar las detenciones.

No es una historia de ciencia ficción, es la dura realidad que atraviesa la Federación Internacional de Futbol Asociación, que durante años fue el blanco perfecto de funcionarios partidarios de la corrupción.