Al Gobierno ruso no le gusta que las mujeres usen lencería de encaje.
La administración del presidente Vladimir Putin anunció la semana pasada que prohibirá importar, fabricar y vender ropa interior que tenga menos de 6 por ciento de algodón.
Moscú justificó la medida, que entrará en vigor en julio y también se aplicará en Bielorrusia y Kazajistán, al argumentar que los materiales sintéticos dañan la piel.
Pedro Pablo Cortés