Ver pornografía por varias horas a la semana tiene una relación directa –y negativa– con el cerebro humano.
De acuerdo a investigadores del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano, en Berlín, ese vínculo entre ver porno y el cerebro demostró la disminución del volumen de materia gris en el lóbulo derecho de este órgano.
"Estos efectos podrían incluir cambios en la plasticidad neuronal resultante de intensa estimulación del centro del placer", señala el estudio publicado recientemente en la revista Psychiatry, de la Asociación Médica Americana.
María Alesandra Pámanes