"Hogar, dulce hogar", se dice cuando se anhela regresar a casa después de una larga jornada laboral o tras un largo viaje.
El hogar suele ser visto como un santuario, un lugar para relajarse, descansar y dejar atrás todo lo que ocupa la mente. O todo lo contrario, al menos si se analizan los niveles de cortisol –la hormona del estrés– de las personas que trabajan tiempo completo, los cinco días de la semana.
Eugenia Rodríguez