Seguramente muchos padres de adolescentes están familiarizados con la experiencia de que parezca imposible localizar a sus hijos, a pesar de que tienen un smartphone en la bolsa, o inclusive en la mano.
Este proceso de llamar y ser enviado al buzón en múltiples ocasiones resulta frustrante para los padres, que no saben si sus hijos decidieron no contestarles o si algo les sucedió.
Ana Paulina Valencia