El Vaticano está dando los primeros pasos para gobernar una Iglesia católica sin Papa en lo que se organiza el famoso Cónclave que definirá al sucesor del retirado Benedicto XVI.
Se han implementado algunas medidas prácticas a fin de manejar la institución católica con el puesto de máximo jerarca vacío.
La renuncia de Josep Ratzinger el pasado 28 de febrero inició un período conocido como “sede vacante”, la transición entre el fin de un papado y el comienzo del siguiente.
Indigo Staff