Konrad Adenauer, quien fuera primer canciller de la República Federal de Alemania y considerado uno de los padres de la Unión Europea, decía que “en política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno”. Sin duda, esta frase aplica a la situación que actualmente vive Novak Djokovic, quien ayer obtuvo una victoria legal tras la renovación de su visa, lo que le abre las puertas para participar en el Abierto de Australia… por ahora.
El serbio, quien no está vacunado contra el COVID-19 –requisito indispensable para ingresar a Australia– es ahora el “estandarte” de aquellos que se mantienen escépticos sobre la inmunización y, sobre todo, críticos a las medidas restrictivas.
Así, el conflicto deportivo ha pasado a la “cancha” de lo social, de la política.
De inicio, el caso causó conmoción en Australia, pues, primero se criticó que Djokovic tuviera una exención pese a las estrictas normas para competir en Melbourne. La opinión pública sintió que “Nole” recibía un trato especial, pues los australianos no vacunados enfrentan duras restricciones de viajes y cuarentenas. Los documentos judiciales indican que el tenista no está vacunado.
Ante ello, y a pesar de que las autoridades del estado de Victoria y los organizadores del Abierto de Australia le concedieron el permiso, las autoridades federales de frontera le impidieron pasar con el argumento de que la exención no era válida.
Este cambio de postura ante la indignación pública hizo que algunos sospecharan de motivaciones políticas. El gobierno conservador del Primer Ministro Scott Morrison aspira a la reelección para un cuarto mandato de tres años en las elecciones de mayo.
Y aunque su gobierno ha sido muy elogiado por contener la cifra de muertos por COVID-19 al inicio de la pandemia, se han relajado algunas normas conforme subían con rapidez los contagios por la variante Ómicron del virus. Por ello, se le ha criticado, así como por el desabastecimiento de pruebas diagnósticas de antígenos y porque no se hayan facilitado pruebas gratuitas a toda la población.
Por esta razón, cuando las autoridades migratorias retuvieron a “Nole” en un hotel, dijeron que se le estaba utilizando como chivo expiatorio.
En declaraciones a la televisora en Belgrado, Serbia, el hermano del tenista, Djordje Djokovic, describió la renovación de su visa como una “gran derrota para las autoridades australianas” y enfatizó: “Todo esto fue político”.
El juez de Corte de Circuito, Anthony Kelly, fue el hombre que restauró la visa de Djokovic, tras avalar la exención médica que le habían concedido la federación australiana, que organiza el torneo, y dos comités médicos.
“¿Qué más podía haber hecho este hombre?”, preguntó Kelly al abogado de Djokovic, Nick Wood, quien alegó que no necesitaba ofrecer pruebas de vacunación porque tenía pruebas de que el tenista se había infectado de coronavirus el mes pasado.
Ante ello, los abogados del ministerio del Interior, alegaron en su decisión que la exención sólo se aplica a viajeros que hubieran tenido una infección grave de COVID-19 y “no hay indicios de que el solicitante (Djokovic) sufriera una ‘enfermedad médica grave’ en diciembre” cuando dio positivo.
Al final, se le dio la razón a Djokovic, lo que desató el júbilo de los aficionados reunidos en la oficina de su abogado en Melbourne.
Pero aún no es una victoria definitiva. El abogado del gobierno, Christopher Tran dijo al juez Kelly que el ministro de Inmigración, Ciudadanía, Servicios Migratorios y Asuntos Multiculturales, Alex Hawke, “considerará si ejerce un poder personal de cancelación”.
Ante ello, el parlamentario John Alexander escribió en sus redes sociales que la intervención personal del ministro de inmigración sería injusta. “Los poderes personales del ministro para cancelar visas están diseñados para impedir que delincuentes caminen por nuestras calles o que una persona contagiosa camine por nuestras calles, no están diseñados para asistir en la gestión de un posible problema político”.
De momento, “Nole”, quien ya pudo entrenar de cara al torneo, tiene punto para partido.
Es un “circo”, ya que juegue Djokovic: Nadal
Rafael Nadal catalogó de “circo” la controversia con Novak Djokovic y se pronunció a favor que su rival pueda jugar en el Abierto Australia, donde ambos buscarán romper el empate que hay entre ellos y con Roger Federer para ser el tenista con más títulos de Grand Slam en la historia.
“Más allá de que yo pueda estar de acuerdo o no con Djokovic en algunas cosas, la justicia ha hablado y ha dicho que tiene el derecho de participar en el Abierto de Australia, y realmente creo que es lo más justo que lo haga”, dijo Nadal en una entrevista con la radio española Onda Cero.
Sin embargo, recalcó que “a nivel personal, prefiero mucho más que no juegue, pero al final es una realidad que el deporte es deporte y se mueven muchos intereses alrededor. Todo es mucho mejor cuando los mejores pueden estar jugando”, declaró el tenista español.