Adiós Mickey Mouse
Por muchos años, el circo itinerante de la Fórmula Uno miraba con desprecio y burla cualquier intento de hacer un Gran Premio en Estados Unidos. Irónicamente el mercado más grande del mundo les ha sido indiferente desde siempre , sin embargo el zar de la F1, Bernie Ecclestone se ha empeñado en traer un Gran Premio a territorio estadounidense sea como sea. Los circuitos callejeros en Long Beach, Detroit, Phoenix, Dallas y Las Vegas o hasta el híbrido en Indianapolis, cruzando la pista de las legendarias “500” fueron carreras complicadas por los trazados entre banquetas, camellones y muros de concreto, que obligaban a trazados cerrados y lentos en donde el único objetivo para las escuderías era sobrevivir en las
Cajas de zapatos
Como alguna vez las llamó el enorme Nikki Lauda. Y para Ecclestone el cumplir con una carrera en Estados Unidos que diera legitimidad a un campeonato para que pudiera llamarse “Mundial” y, por supuesto, llevarse dólares a carretadas, el automovilismo organizado de Estados Unidos le ha colocado a la F1 obstáculos desde siempre, acostumbrados a sus carreras simplistas en óvalos para los muy populares NASCAR o Indy, sin embargo…
Hoy las cosas cambian
Al haberse construido en tierras texanas una pista exclusiva para la Fórmula Uno, apegadas a los lineamientos y exigencias de la máxima categoría, con diseño realizado por los arquitectos de confianza de la F1 amalgamados con las facilidades y cultura de comodidad y respeto al espectador que solo los Estados Unidos tienen. Con estos dos ingredientes y un capital de respaldo de 300 millones de dólares, hoy…
Les tapan la boca
A los detractores históricos de los Estados Unidos y concretamente de Texas.
Conocidas las bromas de que aquí solo hay mucha tierra árida, mucho petróleo, ganado, carreteras largas y lentas por aquello de los límites de velocidad y que en cultura no pasan de la mítica Serie de Dallas con las broncas de J.R. y Bobby Ewin. Esta vez los comentaristas y periodistas británicos tan densos, criticones y soberbios han tenido que admitir que este GP de Estados Unidos ha sido uno de los mejores, si no el mejor, de la temporada y que…
El gran premio de Texas
Como será llamado muy pronto, ya que debido al exitazo de este evento se proyectan otro Gran Premio en otra fecha para New Jersey frente a la zona metropolitana de New York, ha llegado para quedarse no solo por el trazado y la pista impecable, sino por la logística estilo norteamericano para movernos a más de 100 mil aficionados y llevarnos a tribunas comodísimas al estilo de sus estadios de la NFL o MLB, si a esto agregamos…
Los precios más caros
No fue casualidad que se seleccionara Austin como sede de este primer Gran Premio de Estados Unidos con un contrato asegurado por 10 años. Conocedores del mercado mexicano ,los inversionistas y organizadores junto con la gente de Ecclestone decidieron esta sede por la cercanía natural con nuestra frontera, además de Houston y hasta San Antonio como destinos de conexión o de hospedaje.
Sabedores del ansia de ver la F1 y la inercia del fenómeno “Telmex-Checo”, se dejaron pedir 100 dólares por admisión general sin asiento, hasta 2 mil 500 dólares por un lugar en suite, precios oficiales sin contar con la reventa, promedio de 400 a 500 dólares que, multiplicados por 100 mil, arrojan una primera taquilla cercana a los 40 millones de dólares, sin contar ventas de mercancías o alimentos a lo que debemos agregar la parte proporcional de la televisión y algo de publicidad estática.
Nuestro rival es Texas
Viendo el éxito rotundo de este primer Gran Premio en Texas y sabedores que en México nunca vamos a poder pagar estos precios exorbitantes, Bernie Ecclestone y sus asesores voltean ahora ya no a México como sede natural de un Gran Premio que restaría ese público mexicano a Austin, que ya nos tiene asegurados y pagando caro para voltear ahora al sueño dorado del zar de la F1: el New York Grand Prix.
La F1, el box y el Tri
Así como nuestro Tri juega sus partidos amistosos siempre en Estados Unidos o nuestros boxeadores estrella lo hacen también en ciudades como Las Vegas, Los Ángeles, Nueva York y hasta San Antonio o Dallas, metiendo taquillas que multiplican exponencialmente los dólares que ni el Azteca lleno cubriría siquiera la tercera parte, la F1 se conduce desde hoy por el mismo camino.
Lo dijo Porfirio Díaz
A Don Porfirio se le atribuye aquella inolvidable frase de: “Pobre México… tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”, hoy parafraseando a este héroe caído por sus ansias de dictador, reelecciones y borrados sus incuestionables méritos por la “Historia Oficial…ista” post revolucionaria, podría concluir que: “La F1, tan cerca en Texas y tan lejos de Ecclestone”… Así de fácil…