Una liga en desventaja
El beisbol ha intentado volver a ser un deporte olímpico. Hasta ahora los esfuerzos han sido en vano, por lo que brota la pregunta misteriosa, ¿por qué siendo el deporte rey, no logra ese arraigo internacional?
Este fin de semana en la Ciudad de México, el recién remodelado estadio Fray Nano albergó dos partidos no oficiales de la Major League Baseball, algo que no sucedía en el Distrito Federal por lo menos desde 2004.
Rocío Cepeda
El beisbol ha intentado volver a ser un deporte olímpico. Hasta ahora los esfuerzos han sido en vano, por lo que brota la pregunta misteriosa, ¿por qué siendo el deporte rey, no logra ese arraigo internacional?
Este fin de semana en la Ciudad de México, el recién remodelado estadio Fray Nano albergó dos partidos no oficiales de la Major League Baseball, algo que no sucedía en el Distrito Federal por lo menos desde 2004.
Con la visita de los Padres de San Diego y los Astros de Houston, ambos vecinos de la frontera mexicana, se celebra un paso más rumbo a esa cercanía con la liga de beisbol más vista del mundo, pero también se revela la distancia frente a la expansión que le urge a la MLB en otros países, incluido México.
A diferencia de la NFL o la NBA, quienes visitan suelo mexicano más seguido, la MLB va más lenta en su intención por ganar adeptos fuera de Estados Unidos.
Porque incluso siendo fanático de alguna franquicia de la Major League Baseball, es difícil mantener ese nivel de aficionado en cuestión mercadológica, ya que no existen tiendas oficiales de souvenirs variados que alimenten ese fervor.
Previo a la celebración de los partidos de Padres y Astros, la MLB anunció la apertura de una oficina en la Ciudad de México, algo que por extrañamente ya existe en otras tantas ciudades como Beijing, Londres, Sidney, Tokio y Santo Domingo.
En la reciente visita, las Grandes Ligas anunciaron la extensión de contrato de transmisiones hasta 2018 con Televisa, que incluye diversos juegos de rol regular, el All Star Game y y la postemporada.
No obstante estos esfuerzos parecen ser poca respuesta para una mayor expansión del deporte rey en México sin importar que su país vecino tenga más de 20 peloteros mexicanos entre sus filas y que millones de aficionados aztecas que viven en la Unión Americana consuman sus marcas.
“Mientras más jugadores haya, eso ayudará a fortalecer los lazos entre México y los Estados Unidos”, dijo Rob Manfred, comisionado de la MLB en su reciente visita a la capital mexicana.
En los últimos tres años, la NBA ha celebrado partidos oficiales en la Ciudad de México, y en total ya acumulan 22 encuentros en suelo mexicano, aunque 19 de estos fueron de exhibición.
La NFL volverá después de 10 años pero no será con una simple jornada. Será un partido de rol regular en Lunes por la Noche, es decir, el primer Monday Night fuera de Estados Unidos de toda la historia.
Se esperan dos partidos de futbol americano en 2017 y uno más en 2018, lo que aventaja por mucho sobre las intenciones de la MLB con sus vecinos mexicanos.
Lo cierto es que una de las principales razones de la visita de los Padres de San Diego a México tiene que ver con su socio, el mexicano Alfredo Harp Helú, propietario de los Diablos Rojos del México y también socio capitalista del conjunto sandieguino.
Harp Helú posee el 10 por ciento de participación en la franquicia de Grandes Ligas, y se sabe que sigue pujando porque se celebre un partido de temporada regular de la MLB en el recién remodelado estadio de los Diablos Rojos.
¿Será que el beisbol va a paso lento en su internacionalización por México o que su presencia en este 2016 les hará tener más y mejores ideas?