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El mejor jugador de Guitar Hero es un fraude

El jugador conocido como Schmooey era considerado por la comunidad de Guitar Hero como el mejor del mundo, pero todo fue una mentira.

La decepción, la traición hermano. Tanto en historias del cine o libros como en la vida real, hay todo tipo de fraudes y falsas promesas. Sin embargo, en esta ocasión la máxima de la narrativa se vuelve a cumplir. La realidad supera a la ficción. El popular juego musical de Activision, Guitar Hero, tuvo su auge hace ya varios años. Todo mundo estaba vuelto loco ya sea en su Xbox 360 o PlayStation 3 respectivamente y su mando en forma de guitarra. Para muchos quizá el sueño de ser un híbrido de guitarrista/gamer terminó al poder pasar con una calificación decente ‘Through the Fire and the Flames‘. Pero aún hoy en día hay una considerable comunidad activa de jugadores de Guitar Hero. Como no podía ser de otra manera, dentro de la comunidad había un campeón. Un campeón farsante.

La gran desentonación

El jugador de alias  Schmooey, nombre real desconocido, comenzó a ganarse fama en la comunidad por sus videos de YouTube. El chico parecía tener talento nato para tocar la guitarra/mando. Todas las canciones las podía pasar con puntaje perfecto y a velocidades muy rápidas. Su prestigio era tal que llegaba a ganar considerables sumas de dinero de competencias organizadas por la propia comunidad. Sin embargo, todo fue una trampa. El destape de la farsa de Schmooey comenzó el 15 de diciembre cuando subió un video de la canción ‘9 Patterns of Eternal Pain’ considerada una de las canciones más difíciles de tocar. Muchos usuarios notaron desincronización entre los botones pulsados por el jugador y las notas acertadas en el juego. De hecho este no fue el primer incidente para Schmooey. El jugador tuvo un caso similar en 2020 con la canción ‘Madness March Kamikaze’.

Con las sospechas a tope de la comunidad, inmediatamente comenzó un movimiento de análisis de cada uno de los videos del jugador y los resultados fueron contundentes. Más de 100 videos comprobados como fraudes. En un principio, Schmooey dio la cara para defenderse a sí mismo. Pero rápidamente eso fue inútil frente a tanta evidencia irrefutable. Al final, el falso campeón admitió sus trampas y ofreció una disculpa pública. Después de eso retiró de su canal de YouTube todos sus videos y regresó el dinero de premios que había acumulado. Ahora lo único que queda es un metraje pero del youtuber Karl Jobst donde documentó todo el caso.

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