Los caminos de la reforma

Aunque los datos concretos sobre el contenido de la reforma fiscal no han sido publicados, existe el debate sobre si imponer un impuesto a los alimentos y a las medicinas, elevar el Impuesto Sobre la Renta (ISR), o si aplicar ambos simultáneamente.

La generalización del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en alimentos y medicinas es algo que ha causado polémica, junto con la revisión al Impuesto Empresarial de Tasa Única (IETU).

Carlos González Carlos González Publicado el
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16%
es lo que se plantea grabar de impuesto al consumo de alimentos y medicinas
El principal objetivo debería ser un sistema hacendario en el que la carga de los impuestos se distribuya equitativamente entre todos los contribuyentes
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Aunque los datos concretos sobre el contenido de la reforma fiscal no han sido publicados, existe el debate sobre si imponer un impuesto a los alimentos y a las medicinas, elevar el Impuesto Sobre la Renta (ISR), o si aplicar ambos simultáneamente.

La generalización del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en alimentos y medicinas es algo que ha causado polémica, junto con la revisión al Impuesto Empresarial de Tasa Única (IETU).

Durante los sexenios panistas, el PRI se puso en contra de un IVA que encarecería la comida de los consumidores, pero ahora cambia de parecer con su nueva reforma fiscal, en la que se busca elevar la recaudación tributaria en unos 50 mil millones de dólares, que se traduce a aproximadamente 4 puntos del producto interno bruto (PIB). 

El IVA mencionado que se busca aplicar a los alimentos y medicinas es del 16 por ciento, pero con la excepción de algunos productos de la canasta básica, como la tortilla y el huevo, así también como los medicamentos más comunes.

Más carga a los pobres

Un estudio reciente realizado por la consultora KPMG muestra que un impuesto al consumo es aplicado actualmente en 150 países del mundo, y en promedio estos impuestos recaudan un 20 por ciento de la recaudación fiscal mundial.

Sin embargo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) opina que un impuesto para el consumo de alimentos y medicinas sería una reforma injusta para los más pobres, puesto que estarían soportando una carga impositiva 2.4 veces más grande con relación a su ingreso. 

En otras palabras, el ingreso de la clase baja se estaría reduciendo relativamente dado al aumento en los costos, debido al nuevo IVA. 

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) muestra en números esta relación, en donde el 20 por ciento más pobre de la población en Latinoamérica gasta un 13.7 por ciento de su ingreso en pagar el IVA, y el 20 por ciento más rico de la población utiliza un 5.9 por ciento de su ingreso.

El director de la Cepal en México, Hugo Beteta, junto con la secretaria ejecutiva Alicia Bárcena, comentaron sobre su preocupación en la posible aplicación de la tasa del IVA de 16 por ciento a medicinas y alimentos. 

Señalan que esto tendría como consecuencia una recaudación adicional de un 2 por ciento del PIB, pero la pobreza urbana subiría tres puntos. 

Y esto seguiría afectando fuertemente, aunque se estableciera una compensación a los seis deciles con menor ingreso de la población. 

“En México lo importante es aumentar la tasa de tributación, que es de las más bajas de la region”, dijo Alicia Bárcena. “En la Cepal hemos hecho análisis respecto de la reforma tributaria de México, hemos supuesto el manejo de instrumentos más progresivos, como lograr un aumento del ISR en vez de extender el cobro del IVA, lo que sería regresivo para los deciles más pobres. 

“Confío en que la reforma fiscal resultante elevará los ingresos tributarios con más sostenibilidad y certidumbre, lo que tendría que incluir una revisión de la evasión fiscal y exenciones tributarias”.

El verdadero problema

El incrementar el ISR, como lo apoya el Cepal, sería seguir con el ciclo interminable, en donde no se recauda la cantidad que se estima en impuestos, y de la misma manera se perjudica en grande a los contribuyentes cautivos, principalmente de la clase media, que tiene que soportar la carga de todos aquellos que no pagan impuestos.

El verdadero problema es que en México existen 14.2 millones de personas en el comercio informal, que no pagan impuestos, por lo que afectan negativamente alrededor de 4 por ciento al PIB por esos impuestos que se dejan de recaudar.

Esto quiere decir que si se encuentra la manera de poder cobrar un impuesto a los que son trabajadores informales, el gobierno no tendría la necesidad de aumentar el ISR, sino que existiría la posibilidad de incentivar la reducción del mismo. Y es aquí donde empieza el verdadero debate.

El ISR es un impuesto que se cobra sobre la ganancia directa del trabajador y que obviamente solo aplica para aquellos empleados formales, pues los trabajadores informales pueden evadir el pago de este impuesto, y una forma de hacer que paguen justamente lo que se debe, es a través del IVA.

No todas las personas son trabajadores formales, de hecho actualmente la economía informal representa el 60 por ciento de los trabajadores en el país, pero todas las personas en este país consumen, por lo que una manera de poder controlar la recaudación de impuestos es a través de un impuesto al consumo. 

El IVA es un impuesto indirecto sobre el consumo, financiado por el consumidor final, esto quiere decir que cualquier trabajador informal también pagaría el IVA apropiado a los alimentos y medicinas.

Mejores alternativas

El hecho de reducir el ISR y el IETU lleva como consecuencia una generación de empleos, aumento en inversiones, aumento en el consumo y el incentivar la entrada a más empleos formales. 

El análisis de la consultora KPMG afirma que internacionalmente se ha tendido a implementar un impuesto indirecto al consumo en donde es mayor la recaudación tributaria, es más simple e incentiva el mercado formal.

Se debería de buscar como principal objetivo un sistema hacendario más justo, donde la carga de los impuestos se distribuya equitativamente entre todos los contribuyentes. 

Por su parte, la simplificación del pago de impuestos buscaría atraer a miembros de la economía informal al sistema fiscal, al mismo tiempo que se reducen los costos para los contribuyentes de llevar al corriente sus pagos.

Se espera que se genere un mecanismo que fortalezca y facilite la recaudación de impuestos, sin limitarse a cobrar mayores cantidades a los contribuyentes cautivos, quienes han soportado todo el peso de la economía informal mexicana.

Mayor recaudación

Puntos más importantes que va a tratar la reforma fiscal

— IVA a alimentos y medicinas 
Se contempla la posibilidad de grabar un impuesto del 16 por ciento al consumo de alimentos y medicinas.

— Economía informal
Se busca encontrar la manera de reducir la gran cantidad de economía informal del país.

— Exenciones fiscales
La ley establece ciertos criterios excepcionales para no pagar impuestos.

— Costos empresariales
El gran debate recae sobre si disminuir o aumentar más el impuesto sobre la ganancia directa del trabajador.

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