Sin dar muchas explicaciones, las autoridades norcoreanas detuvieron a dos estadounidenses por “perpetrar actos hostiles”.
Los turistas, identificados como Matthew Miller y Jeffrey Fowle, se encuentran detenidos en Corea del Norte después de ingresar al país el pasado abril.
Miller llegó, supuestamente, con una empresa turística y fue apresado dos semanas después por haber gritado a su llegada que buscaba asilo.
Asimismo, se presume que Fowle será juzgado por haber dejado una Biblia en el cuarto de hotel.
La Agencia de Noticias Central Coreana informó ayer en una declaración que las autoridades estaban “haciendo los preparativos para traer (a los acusados) ante el tribunal sobre la base de los cargos ya confirmados”, publicó The Washington Post.
“La decisión de procesarlos sirve como preludio de su eventual puesta en libertad, como ha sucedido con otros extranjeros detenidos en los últimos meses por el régimen aislado y de alta sensibilidad”, afirmó ayer USA Today.
Además, otro estadounidense misionero de Corea fue detenido por razones religiosas. Kenneth Bae fue descrito por las autoridades como un evangelista cristiano que intentaba derrocar al Gobierno.
Incluso, el departamento de Estado de Estados Unidos emitió una alerta en mayo que recomendaba a los turistas estadounidenses no viajar a Corea del Norte.
Y la dueña de una agencia de viajes aseguró a USA Today en enero que “puede ser una aventura pesada, con mucho que digerir, y muchas personas no están preparados para eso”.