“Ningún país tiene derecho a mandar tropas a otro sin provocación”, sentenció el lunes el presidente Barack Obama sobre la intervención de Rusia en Ucrania, según CNN.
Pero antes de “ver la paja en el ojo ajeno”, los estadounidenses creen que su gobierno debe enfocarse en sus propios problemas, pues no tiene autoridad moral para interferir en el conflicto, sobre todo por lo incongruente de su discurso.
Pedro Pablo Cortés