La reputación de Barack Obama y de su administración tambalea desde principios de junio pasado, cuando The Guardian reveló un documento en el que la Corte de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés) concedía un plazo de tres meses para que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) monitoreara millones de registros telefónicos de los usuarios de Verizon.
A este escándalo se sumó el PRISM, que involucraba a compañías como Google, Apple, Microsoft, Facebook, Yahoo, entre otras.
Indigo Staff