El 7 de octubre de 2012, día de elecciones presidenciales en Venezuela, Mario Vargas Llosa anticipó: “Cualquiera que sea el resultado que arrojen las urnas (...) el candidato de la oposición, Henrique Capriles Radonski, habrá obtenido una gran victoria y, a menos que lo hagan matar, será más pronto o más tarde el sucesor del comandante Hugo Chávez como presidente”.
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