El engrane perfecto
Desde el punto de vista religioso, filosófico, esotérico, cósmico, matemático y de muchas otras disciplinas, el orden es una palabra que siempre acompaña a los postulados. Puede sonar muy complicado, pero en realidad es algo tan sencillo que cualquiera de nosotros puede observar un orden en el mismo modo de hacer las cosas en el […]
Gianco AbundizDesde el punto de vista religioso, filosófico, esotérico, cósmico, matemático y de muchas otras disciplinas, el orden es una palabra que siempre acompaña a los postulados. Puede sonar muy complicado, pero en realidad es algo tan sencillo que cualquiera de nosotros puede observar un orden en el mismo modo de hacer las cosas en el cotidiano andar de nuestra existencia.
Y salta a la vista que lo concerniente al manejo de la cartera se relaciona directamente con esta sencilla palabra. Desde la más tierna infancia comprendemos, aunque no lo apliquemos permanentemente, que el orden paga recompensas toda la vida y en todos los ámbitos, de eso no hay duda.
Pues así de sencillo explicamos lo que es el presupuesto: el orden que lleva un ente económico (persona, negocio, empresa, gobierno) en el registro de sus movimientos financieros. Dicho en palabras más simples, es el orden de las entradas y las salidas.
Una analogía que ejemplifica a la perfección este concepto es imaginar el engrane de un reloj (objeto por todos conocido) trabajando a la perfección. Los movimientos serán acompasados, rítmicos y exactos. Pero ¿qué sucede cuando falla alguno de los dientes? Todo empezará a caminar mal y el reloj terminará por descomponerse de manera definitiva.
Para empezar por el principio hay que saber, con pesos y centavos, cuánto se genera de ingreso en el periodo de la actividad (diario, semanal, quincenal, mensual o eventual). Aunque parezca mentira, muchas personas no saben con exactitud cuánto ganan. El engrane se despostilla.
Ahora viene lo medular: registrar todas y cada una de las salidas, es decir, de los gastos. Desde los más pequeños y centaveros, hasta los de montos mayores, todos deben anotarse con lujo de detalles. Si se logra hacer este ejercicio hasta que la rutina se convierta en hábito, se estará llegando al principio del presupuesto.
La palabra pre-supuesto significa suponer antes de dar por hecho, algo imposible de llevar a cabo si no se tiene el citado registro de toda la actividad económicofinanciera. Así de fácil.
A la hora que tengas el engrane de tu reloj trabajando a la perfección, es decir, que lleves a cabo tu presupuesto de “cabo a rabo” y, desde luego, que lo respetes, alcanzarás la estabilidad económica que te permitirá vivir con calidad, ahorrar y generar patrimonio.
Arregla tu reloj y camina por la derecha para sanidad de tu bolsillo.
Recuerda, “No es más rico el que gana más, sino el que sabe gastar”.