Abstemios en enero

Cada vez que inicia un año, la mayor parte de las personas se someten a dietas rigurosas, detox de cuerpo y mente y claro, dejan de tomar alcohol. Y, pese a que cumplen con la abstinencia de alcohol durante solo un mes (enero), la realidad es que hacerlo le da un respiro a la salud física y mental. 

Así lo comprobó un grupo de 10 voluntarios de la revista científica New Scientist (que se consideran a sí mismos bebedores “normales”), tras participar en un estudio realizado por la Escuela Médica de la University College de Londres (UCLMS, po sus siglas en inglés). 

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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Cada vez que inicia un año, la mayor parte de las personas se someten a dietas rigurosas, detox de cuerpo y mente y claro, dejan de tomar alcohol. Y, pese a que cumplen con la abstinencia de alcohol durante solo un mes (enero), la realidad es que hacerlo le da un respiro a la salud física y mental. 

Así lo comprobó un grupo de 10 voluntarios de la revista científica New Scientist (que se consideran a sí mismos bebedores “normales”), tras participar en un estudio realizado por la Escuela Médica de la University College de Londres (UCLMS, po sus siglas en inglés). 

Se demostró que la grasa en el hígado de quienes no consumieron alcohol durante cinco semanas se redujo en promedio entre 15 y casi 20 por ciento. La acumulación de grasa en el hígado por alcohol puede conducir a la enfermedad hepática y, posteriormente, a la cirrosis, caracterizada por la formación de cicatrices grandes e irreversibles en las células de este órgano. 

Y no solo eso. Los que se abstuvieron de tomar durante este periodo también bajaron de peso (1.5 kilos en promedio), sus niveles de glucosa en la sangre disminuyeron en promedio 23 por ciento y el total de colesterol en la sangre se redujo en casi 5 por ciento. Los voluntarios también reportaron una mejor calidad de sueño y un incremento en su capacidad de concentración. 

En el estudio, encabezado por Rajiv Jalan, del Instituto de Salud Hepática y Digestiva de la UCLMS, los participantes respondieron cuestionarios relacionados a su salud y a sus hábitos de consumo de alcohol. Y fueron sometidos a exámenes para medir la cantidad de grasa en el hígado y a pruebas de sangre antes de la abstinencia alcohólica. Volvieron un mes después para someterse al mismo procedimiento. 

Sin embargo, expertos advierten que la idea no es que después de este periodo de limpia para el organismo nos demos licencia para volver a tomar el resto del año como de costumbre o como si no hubiera mañana, en otros casos. 

“Lo que es realmente sorprendente es la rapidez con la que los beneficios fueron evidentes, pero piensa cuánto puedes ganar con una abstinencia prolongada”, dijo a New Scientist el especialista en el hígado Scott Friedman, del Hospital Mount Sinai, en Nueva York.

 

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