Amor programado

Una cosa es recurrir a una app para que nos envíe alertas con recordatorios de eventos, citas, juntas de trabajo o cualquier otro tipo de compromiso social. Y otra muy distinta es utilizar las aplicaciones  como recordatorio para expresarle  amor a nuestra pareja. 

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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"Las relaciones son frágiles y requieren esfuerzo para conservarse. Los atajos no sirven; por lo general tienes que decir más que los hechos esenciales (…)"
Evan SelingerProfesor de filosofía
https://www.youtube.com/watch?v=BtqGqoNsL1I

Una cosa es recurrir a una app para que nos envíe alertas con recordatorios de eventos, citas, juntas de trabajo o cualquier otro tipo de compromiso social. Y otra muy distinta es utilizar las aplicaciones  como recordatorio para expresarle  amor a nuestra pareja. 

Pero, al menos para los creadores y partidarios de estas aplicaciones diseñadas para aquellos usuarios “olvidadizos” y sumamente “ocupados” como para acordarse de hacer una llamada o enviar un Whatsapp a su pareja durante el día, estas apps se reducen a una misma razón de ser: ayudarnos a ser “mejores” y/o más “eficientes” en cualquier aspecto de la vida. 

Así respondió Greg Knauss ante las críticas que ha recibido su app, Romantimatic –lanzada en enero de este año–, que envía al usuario recordatorios programados para enviar a su pareja mensajes predefinidos que expresen afecto como “Te quiero” y “Te extraño”.

“Tu calendario es una herramienta y te ayuda a hacer las cosas que quieres hacer. Así veo a Romantimatic”, escribió Knauss en su blog. “Si no eres bueno en algo y quieres mejorar en ello, una herramienta puede ayudar. Las herramientas hacen las cosas más rápidas, fáciles y fiables”.

O como dijeron en un comunicado los desarrolladores australianos de Factorial Products Ltd, creadora de otra app bautizada como BroApp: “sabemos que las personas están ocupadas y que a veces se les olvida enviar suficiente amor a sus parejas”.

BroApp, que promete “maximizar tu relación”, envía mensajes tiernos de forma automática a las novias de los usuarios, “para que puedas pasar más tiempo con tus amigos”, describe la tienda Google Play, donde fue lanzada esta aplicación hace poco más de una semana. 

“Elige el número de tu novia, agrega algunos mensajes lindos y establece la hora del día en la que deseas que esos mensajes se envíen. BroApp se encarga del resto”, dice su descripción.

Esta app “aprovecha algoritmos avanzados para determinar inteligentemente el mejor momento para enviar un mensaje de texto a tu novia”, señalan los desarrolladores de nombres Tom y James, por lo que los hombres pueden “tercerizar sus relaciones”.

Ese es el problema con la idea de “tercerizar” digitalmente las relaciones o, en otras palabras, dejar la gestión de los lazos afectivos en manos de un algoritmo. Porque, como apuntó en Wired Evan Selinger, profesor de filosofía del Instituto de Tecnología de Rochester, “entre más ‘tercerizamos’ más perdemos de nosotros mismos”. 

El también miembro del Instituto de Ética y Tecnologías Emergentes considera que se está observando una tecnología emergente que no solo mejora nuestro intelecto y nuestras vidas, sino que también está comenzando a automatizar y a tercerizar nuestra humanidad. 

Selinger alude a los argumentos de los que se valen los creadores de BroApp para justificar la naturaleza de esta herramienta: desde que la app brinda felicidad a la pareja, que los cambios tecnológicos son inevitables y que no podemos rechazar los beneficios personales de la inteligencia artificial, hasta el juicio de que, tarde o temprano, enviar mensajes de afecto de forma automatizada se convertirá en la norma.

“Independientemente de la ambigüedad moral o el rechazo social, si las personas encuentran una tecnología útil, esta será desarrollada y adoptada”, citó Selinger a los creadores de dicha aplicación.

Viviendo de apariencias

Los sistemas automatizados para “mantener” una relación a flote como las apps de Romantimatic y BroApp, operan bajo la lógica de que estas herramientas cumplen con las expectativas y/o satisfacen las necesidades de ambas partes. 

Pero, subrayó Selinger, los desarrolladores de BroApp se enfocan en meras percepciones y no en realidades. Asumen que la novia que recibe “Te extraño” como un mensaje que fue programado para enviarse a cierta hora del día se sentirá contenta, porque “percibe que su novio está más involucrado en la relación”, cuentan a Selinger James y Tom.

El problema es que con este tipo de razonamiento se pierde todo sentido de moral, alegó el experto.

“Cuando nos comprometemos con alguien, básicamente prometemos hacer todo lo posible para estar al tanto de sus necesidades y deseos; de ser sensibles a las señales de angustia y de responder en consecuencia, no de dar la apariencia de esta fidelidad y sensibilidad”, dijo.

Aunque esto no tiene cabida para los nerds que “están acostumbrados a utilizar herramientas, especialmente digitales”, que “están concentrados todo el día” y que “aman la tecnología profundamente”, como indica en su blog Greg Knauss, creador de la app Romantimatic.

Ellos “han entrelazado profundamente el software en sus vidas, y así les gusta”, afirmó Knauss, quien criticó el hecho de que algunas personas consideren cínico que se adhiera el software a la expresión de amor. 

“Hemos rodeado de código casi todo en nuestras vidas, pero todavía se supone que los sentimientos más fuertes deben ser análogas de principio a fin”, analizó. 

Pero este raciocinio choca con filósofos que estudian cómo rivalizan cuestiones de ética con la tecnología y que están conscientes de la importancia de las conductas prosociales –enviar mensajes “auténticos y sinceros”, en lugar de textos predefinidos o automatizados– y la capacidad de empatía como Selinger.

“Las personas deberían de elegir estos y otros medios siempre y cuando no estén actuando de manera rápida e irreflexiva. De lo contrario, estamos sacrificando la atención y el cuidado por el tipo de conveniencia propia que convierte el acto de mantener relaciones importantes en meras listas de pendientes”, agregó Evan.

Automatizando las relaciones

Estar “cerca” de la pareja, enviarle un mensaje automatizado que diga “Te quiero” a cierta hora del día -–así “tachar” un pendiente más de nuestra lista– y hasta “aliviar” la “presión social” con la que lidian quienes aún siguen solteros, son solo algunas de las características de las nuevas aplicaciones para enamorados.

BroApp: diseñada para que el usuario pase más tiempo con sus amigos sin descuidar a su pareja, esta app envía mensajes tiernos de forma automática a las novias, en un día y horario programados.

Romantimatic: similar a la función de BroApp, esta app envía recordatorios programados para enviar a la pareja mensajes predefinidos como “Te quiero” y “Te extraño”.

Couple: esta app para parejas sirve como repositorio de imágenes, para compartir un lienzo y dibujar “juntos”, planear dates y hasta para “besarse” a través de la huella de un pulgar. 

Invisible Girlfriend: con esta app, los solteros podrán “comprobar” a sus familiares y amigos que tienen novia, aunque no exista, al interactuar con “ella” en redes sociales, como si tratara de una persona de carne y hueso. 

 

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