Anticonceptivo inalámbrico
Aún falta para verlo en el mercado, pero de venderse, este implante inalámbrico podría marcar un antes y después en los métodos anticonceptivos.
Se trata de un anticonceptivo que está dentro de un chip que va dentro de la piel, y que puede ser manejado a control remoto.
Eugenia RodríguezAún falta para verlo en el mercado, pero de venderse, este implante inalámbrico podría marcar un antes y después en los métodos anticonceptivos.
Se trata de un anticonceptivo que está dentro de un chip que va dentro de la piel, y que puede ser manejado a control remoto.
Desarrollado por MicroCHIPS, en Massachusetts, el dispositivo, que está diseñado para durar hasta 16 años, sería una alternativa a los implantes anticonceptivos existentes, pues “se podrá desactivar sin necesidad de una intervención ambulatoria, y durará casi la mitad de su vida reproductiva”, reportó la revista MIT Technology Review.
El tiempo máximo de duración de los métodos hormonales anticonceptivas es de cinco años.
Esto, si comprueba que el chip anticonceptivo es seguro y eficaz en las pruebas clínicas, que se realizarán el próximo año en Estados Unidos.
Se espera que el dispositivo salga al mercado para el año 2018.
El implante, que mide 20x20x7 milímetros, está diseñado para colocarse debajo de la piel del glúteo, brazo o abdomen.
El microchip, de 1.5 centímetros, contiene reservas de la hormona levonorgestrel. Esta hormona se libera en dosis de 30 microgramos diarios a través de un sello “hermético de titanio y platino” que se derrite cuando se le pasa una corriente eléctrica.
De acuerdo a la publicación de MIT Technology Review, si las mujeres desean concebir, tendrán que apagar el implante de forma remota, con la opción de volver a activar el mismo posteriormente.
Otra ventaja es que “los médicos podrán ajustar la dosis a distancia”.
El desarrollo de este anticonceptivo está en línea con la iniciativa global de Planificación Familiar 2020 (FP2020) impulsada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), para garantizar que 120 millones más de mujeres en países pobres tengan acceso a métodos anticonceptivos para el 2020.