Con calzones ‘de abuelita’

Cuando la firma de lencería de tallas grandes Lane Bryant lanzó la campaña “No soy un ángel”, en respuesta al branding de “El cuerpo perfecto” de Victoria’s Secret, se hizo evidente que la industria de la ropa interior femenina está comenzando a desafiar los cánones de belleza actuales.

No hay un cuerpo ideal ni la talla está peleada con la sensualidad. 

Tampoco hace falta utilizar ligeros, negligés o tangas para sentirse sexy.

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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Cuando la firma de lencería de tallas grandes Lane Bryant lanzó la campaña “No soy un ángel”, en respuesta al branding de “El cuerpo perfecto” de Victoria’s Secret, se hizo evidente que la industria de la ropa interior femenina está comenzando a desafiar los cánones de belleza actuales.

No hay un cuerpo ideal ni la talla está peleada con la sensualidad. 

Tampoco hace falta utilizar ligeros, negligés o tangas para sentirse sexy.

De acuerdo con cifras de la consultora global NPD Group citadas por The New York Times, las ventas de las tangas disminuyeron 7 por ciento en el último año, mientras que las ventas de estilos más discretos, como los boyshorts y las bragas de corte alto aumentaron en 17 por ciento. 

Y es que, al menos en Estados Unidos, una nueva ola de jóvenes empresarias apunta a transformar las líneas de ropa lencería tradicionales, con marcas que fomentan actitudes completamente distintas en torno a la ropa interior en comparación con compañías como Victoria’s Secret.

La joven de 28 años Greer Simpkins, quien en diciembre introdujo la línea de ropa interior Hello Beautiful –”con solo un diseño: un calzón blanco de algodón con un corte inusualmente alto y una parte trasera estrecha”–, cuenta al diario estadounidense mencionado que cuando visitó una tienda de la firma de los “ángeles” para comenzar su investigación de mercado, se dio cuenta de que “muchas mujeres venían con una amiga y estarían preguntando: ‘¿te gusta éste? ¿Crees que a él le guste?’ Estarían pensando en todos menos en ellas”.  

Por su parte, las veinteañeras Julia Baylis, quien reconoce que solo utiliza “bragas de abuelita”, y su amiga Maya Toledano, son diseñadoras de la marca Me and You, cuya prenda estrella no es más que un par de calzones de algodón blanco con la palabra “feminista” impresa en la parte trasera. 

“La mayoría de la lencería está diseñada para atraer a un hombre”, comentó Baylis. “Para nosotras, eso ni siquiera es una consideración. Esta es ropa interior que llevas totalmente para ti. Tal vez nadie la vea, o quizá la publiques en Instagram para compartir con todos los que conozcas”.  

De hecho, las fundadoras señalan que las bragas “feministas” se han vuelto tan populares, que han inspirado a mujeres “deseosas de mostrar sus convicciones feministas” a publicar las llamadas “belfies” (o selfies del trasero) en dicha red social.

El movimiento también se ha visto impulsado por celebridades como la cantante Fergie, la socialité Kim Kardashian y modelos de pasarela a quienes se les ha visto llevar bragas de corte alto o “calzones de abuelita”.

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