Descargas eléctricas para aprender
Si los números no son lo tuyo, la estimulación eléctrica del cerebro podría convertirse en tu mejor aliado. Se trata de una técnica indolora y no invasiva, conocida como estimulación transcraneal de ruido aleatorio (TRNS, por sus siglas en inglés), que podría optimizar en tan solo cinco días la capacidad para aprender matemáticas.
Así lo comprobaron científicos de la Universidad de Oxford en un estudio cuyos resultados fueron publicados este mes en la revista científica Current Biology.
Eugenia RodríguezSi los números no son lo tuyo, la estimulación eléctrica del cerebro podría convertirse en tu mejor aliado. Se trata de una técnica indolora y no invasiva, conocida como estimulación transcraneal de ruido aleatorio (TRNS, por sus siglas en inglés), que podría optimizar en tan solo cinco días la capacidad para aprender matemáticas.
Así lo comprobaron científicos de la Universidad de Oxford en un estudio cuyos resultados fueron publicados este mes en la revista científica Current Biology.
En el experimento, encabezado por el neurocientífico cognitivo Roi Cohen Kadosh, los investigadores aplicaron estimulaciones eléctricas bajas en áreas específicas de la corteza cerebral de 25 estudiantes mientras realizaban cálculos o memorizaban símbolos que representaban valores numéricos.
El rendimiento matemático de estos estudiantes fue comparado con el de otro grupo de 26 participantes que llevaron a cabo las mismas tareas, pero sin ser sometidos al mismo procedimiento.
El tiempo de resolución de problemas mejoró 27 por ciento entre quienes recibieron la estimulación eléctrica cerebral.
Los investigadores observaron que estos resultados se mantuvieron seis meses después, cuando los estudiantes fueron evaluados de nueva cuenta haciendo operaciones similares.
“La corriente parece aumentar la capacidad de las neuronas para procesar información, haciéndolas más eficientes”, dijo uno de los investigadores al diario británico The Telegraph.
“Nuestro objetivo es ayudar a las personas con capacidades de cálculo deficientes, que abarcan aproximadamente el 20 por ciento de la población (de Inglaterra)”, dijo el experto a The Guardian.
“Pero tenemos que ampliar los resultados a la población general y utilizar entornos más propicios, como salones de clase. Por supuesto que hay más trabajo por hacer, pero es un camino prometedor”.
Los resultados de esta investigación son alentadores para todos aquellos que sienten que son víctimas de las matemáticas.