Difícil misión para Bond
James Bond ya tiene su primera misión difícil en México.
El filme que se rodará en este país durante 9 semanas, ha levantado polémica luego de que en días pasados el sitio Tax Analysts revelara documentos que detallan las condiciones que las autoridades mexicanas impusieron a la producción para grabar en el país.
Bajo el título “Elementos necesarios para preservar la oferta mexicana”, los documentos dan cuenta que aunque “los funcionarios mexicanos querían ver a sus ciudadanos en la película, eran sensibles acerca de cómo podrían ser retratados”.
Eugenia Rodríguezhttps://www.youtube.com/watch?v=y1U1vhmSHyI
James Bond ya tiene su primera misión difícil en México.
El filme que se rodará en este país durante 9 semanas, ha levantado polémica luego de que en días pasados el sitio Tax Analysts revelara documentos que detallan las condiciones que las autoridades mexicanas impusieron a la producción para grabar en el país.
Bajo el título “Elementos necesarios para preservar la oferta mexicana”, los documentos dan cuenta que aunque “los funcionarios mexicanos querían ver a sus ciudadanos en la película, eran sensibles acerca de cómo podrían ser retratados”.
En diciembre, memorandos internos del presidente de MGM Studios, Jonathan Glickman, que fueron filtrados en la Red junto a miles de documentos de Sony, revelaron que el ejecutivo buscaba recortar el presupuesto de la producción de la nueva película de James Bond, “Spectre”, que superaba los 300 millones de dólares, a por lo menos 250 millones de dólares.
Lo que implicó reescribir el guión del filme protagonizado por Daniel Craig.
Una de las sugerencias de Glickman para reducir costos de producción fue filmar más escenas en México y que incluyeran, entre otras cosas, tomas aéreas de los “edificios modernos de la Ciudad de México”.
Esta fue una de las condiciones de un incentivo financiero de al menos 14 millones de dólares –pagados por México– que fueron incluidas en un memorando.
Entre los cambios gestionados por las autoridades de México, de las que no se menciona su nombre ni cargo, los documentos refieren que para el papel de “Estrella”, la dueña de un hotel en el que se hospeda Bond para comenzar su búsqueda de un asesino llamado Sciarra, se acordó que fuera interpretado un “actriz mexicana conocida”.
El ‘incentivo mexicano’
Tax Analysts indica que es común que algunos de los incentivos fiscales que los gobiernos aplican a los rodajes de películas extranjeras requieren pasar la “prueba cultural”, mientras que otros países exigen que los “retraten positivamente o al menos no de forma negativa”.
“Pero los cambios (en el guión) de ‘Spectre’ parecen ir mucho más allá de eso, con el estudio permitiendo a las autoridades mexicanas tomar decisiones de casting, decidir la identidad étnica de los personajes e incluso cambiar la ocupación de un personaje sin nombre que nunca aparece o figura en la historia fuera de la escena de apertura” que dura cuatro minutos, dice el sitio.
Los incentivos no gobernaron la producción sino el contenido de la cinta, argumenta Tax Analysts: primero, se acordó que una “actriz mexicana conocida” debía ser quien interpretara a Estrella, cuya habitación de hotel es el punto de partida desde el cual Bond comienza la persecución de un asesino llamado Sciarra quien, por cierto, “no puede ser mexicano”, precisa el memorando.
Todos los requisitos fueron cumplidos. Los cambios en el guión fueron realizados. El gobernador capitalino fue reemplazado por un embajador. Y Estrella será interpretada por quien protagonizó “Miss Bala”, la actriz mexicana Stephanie Sigman.
Además, el cambio más reciente del guión considera una escena que concluye con Bond robando el helicóptero de Sciarra, para “despegar en el horizonte mexicano”.
En otro de los correos filtrados, Glickman escribió: “has hecho un gran trabajo en conseguirnos el incentivo mexicano. Todo indica que aún podemos conseguir 6 millones de dólares adicionales al continuar mostrando los aspectos modernos de la ciudad (…). Sigamos persiguiendo los caminos que tengamos disponibles para maximizar este incentivo”.
Amy Pascal, entonces copresidenta de Sony Pictures, empujó a Glickman a proceder con una estrategia de venta aún más agresiva: “debemos insistir en que añadan cuales quieran imágenes de bitácora del viaje que necesitemos en México para obtener dinero extra”.
¿De dónde viene el dinero?
El reporte titulado “Desde México con amor: cómo Sony ganó millones en incentivos para reescribir la cinta 007”, escrito por Brian Bradwell, editor del servicio de noticias State Tax Today, señala que Cristina Velasco, directora de producción de la Comisión Mexicana de Filmaciones (COMEFILM), dijo no estar familiarizada con el “incentivo mexicano” para “Spectre” y que “muchos gobiernos locales también han establecido sus propios programas de (incentivos de) cine que pueden tener sus propios requisitos”.
John Hadity, vicepresidente ejecutivo de EP Financial Solutions, dijo a Bradwell que “el dinero (pagado a la producción) viene de alguna parte. Si ves un memorando que dice ‘bueno, podemos conseguir otros 6, 8 o 2 millones (de dólares) o lo que sea’, (los recursos) no están viniendo de estos programas”.
Brian se refiere a los cuatro programas de incentivos del gobierno federal para impulsar la producción cinematográfica: el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE), que cubre 49 por ciento del presupuesto para películas de directores mexicanos; el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE), que cubre 80 por ciento de un presupuesto de producción de hasta 10 millones de pesos; el Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción y Distribución Cinematográfica Nacional (EFICINE) de hasta 20 millones de pesos; y el Fondo PROAUDIOVISUAL (ProAV), que otorga un descuento por valor de hasta el 17.5 por ciento del gasto de producción mexicana.
La lectura que Hadity hace del caso es, según Bradwell, que los “productores pueden estar trabajando con funcionarios locales para juntos ‘improvisar’ fondos ilimitados sobrantes en un paquete de incentivos”, una práctica que, dijo, es común en Estados Unidos.
Que el país se pueda beneficiar económicamente de “Spectre” al mostrar su mejor cara está por verse.
Para Benson Berro, socio de impuestos de la firma KPMG que trabaja con compañías de producción cinematográfica en Los Ángeles, “la idea (para los gobiernos extranjeros) detrás de la provisión de incentivos es crear una industria para que tengamos personas trabajando en el negocio y que con el tiempo sean capaces de crear infraestructura, el reparto y el equipo”, dijo a la revista de negocios en línea Knowledge@Wharton de la Universidad de Pensilvania.
Pero para Exequiel Hernández, profesor de administración de la Escuela de Negocios Wharton, el hecho de que los gobiernos solo compitan en materia de incentivos fiscales significa “que están compitiendo en algo que no es sostenible” porque la industria puede optar en cualquier momento por otro trato fiscal que sea mejor.
“Si pueden proporcionar una infraestructura, un grupo de expertos, un equipo y staff con experiencia, eso tiene mucho más valor porque eso se convierte en algo sostenible”.