http://youtu.be/T51nMrK13qU
Muchas interrogantes y pocas respuestas. Pero lo que sí está claro es la escalada de violencia que se desató este lunes en Ferguson, un suburbio de la ciudad de San Luis, en Missouri, luego de que se hicieran públicos los resultados de la autopsia de Michael Brown, el joven negro que murió herido por un agente de policía el pasado 9 de agosto.
Y es que la autopsia, realizada por el exmédico forense de la ciudad de Nueva York Michael Baden a petición de la familia de Brown, no solo pone en evidencia la vulnerabilidad de Brown, quien intentó rendirse ante el oficial y levantó sus manos al momento de los disparos –lo que confirma los testimonios de muchos testigos–, sino que también da cuenta de una realidad incuestionable: un terrible acto de discriminación racial de las fuerzas policíacas.
De hecho, una encuesta realizada por el Pew Research Center a mil adultos respecto al caso de Brown revela que “los negros y los blancos tienen diferentes reacciones muy marcadas ante los disparos de la policía (…) y las protestas y la violencia que resultaron” del suceso.
Por ejemplo, 80 por ciento de los afroamericanos, que representan 67 por ciento de la población de Ferguson pero solo 5.7 por ciento de la fuerza policial, consideran que el tiroteo en Ferguson “plantea cuestiones importantes sobre la raza que necesitan discutirse”, en comparación con 37 por ciento de su contraparte, que aseguran que este problema “(…) está recibiendo más atención de la que amerita”.
Otro de los hallazgos fue que 65 por ciento de los afroamericanos dijo que la policía ha ido demasiado lejos en la respuesta a las secuelas de los disparos. Mientras que los blancos están divididos: 33 por ciento reportó que la policía ha ido muy lejos; 32 por ciento consideró que la respuesta de la policía ha sido lo justo. Y 35 por ciento no respondió.
Y lo anterior se puede reflejar en la misma confianza que depositan las personas en los reportes de las autoridades.
Alrededor de la mitad de los blancos (52 por ciento) dijo que tienen mucha o una buena cantidad de confianza en las investigaciones del tiroteo, en comparación con solo 18 por ciento de los negros. Y aproximadamente tres cuartas partes de los negros (76 por ciento) tienen poca o nada de confianza en las investigaciones, con 45 por ciento que reportó que no confía en lo absoluto.
En un artículo publicado por el diario estadounidense New Republic, la periodista Rebecca Leber alude a un estudio realizado en 2011 por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que sugiere que la representación de negros y blancos hace la diferencia en la manera en que una comunidad ve a y confía en la policía.
Ya lo dijo Etoya Dickerson, un joven que ronda los 20, mientras protestaba frente a la comisaría de Ferguson por la muerte de Brown: “yo no me siento representado”.
En el estudios, se encontró que los conductores que eran detenidos por un oficial de la misma raza u origen étnico eran más propensos (83 por ciento) a creer que la razón por la que fueron detenidos era legal que aquellos que fueron parados por un oficial de una raza o etnia distinta (73 por ciento).
De hecho, estadísticas del Procurador General de Missouri citadas por Mother Jones indican que, en 2013, los residentes de raza negra que conducían en las calles del humilde suburbio de Ferguson fueron detenidos 86 por ciento de las veces. También, 483 personas negras fueron arrestadas, en comparación con 36 residentes blancos.
Y en una localidad de 21 mil habitantes, donde más del 60 por ciento de la población son afroamericanos pero donde la mano dura la imponen los blancos, el sentido de no pertenencia y alienación se traduce en temor.
Como dijeron al diario El País dos vecinos de Ferguson: “la policía hostiga a los jóvenes en éste y otros suburbios de San Luis, pero nunca se hace nada al respecto”.
“No confiamos en la policía, a algunos de los vecinos les da miedo que si cuentan lo que vieron en los disparos, sufrirán consecuencias”, agregaron.
‘Negros’ de corazón
Muchas celebridades se han “aprovechado” de algunos estereotipos que giran alrededor de las personas de raza negra, y han adoptado cierta vestimenta, actitud y material para dar a conocer sus producciones.
Incluso, algunas se identifican con dichos clichés y se dicen ser “negros”. Tal como es el caso de Justin Bieber, Kid Rock, Michael Rapaport y Miley Cyrus, quien ha llegado decir que, “por dentro”, siente que es una réplica de la cantante de Hip-Hop Lil’Kim, quien es de raza negra.
Miley también ha declarado que ama la música “hood”, lo que la llevó a solicitar, a quienes escribieron la canción “We can’t stop”, que la misma fuera “algo que se sintiera negro”.
Bieber ha dicho que ha sido “muy influenciado por la cultura negra, pero no la considero como negra o blanca”. Aunque como señala un análisis de Daily Beast: “quizá no, pero el resto de nosotros puede ver una realidad evidente en su tutoría por Usher, el estilo de vestimenta “hood” del que está a favor, incluso su reciente residencia en Atlanta, ya que “ATL” ahora se considera uno de los principales centros culturales de negros de América”.
Y ante la tragedia de Michael Brown y la ola de violencia desatada desde entonces en el suburbio de Ferguson, surge la pregunta: ¿dónde están todos ellos que se dicen ser “de raza negra”?
¿Dónde estuvieron tras lo ocurrido con Trayvon Martin, el joven de raza negra que falleció en 2012 en Sanford, Florida, con un disparo en el pecho por parte de George Zimmerman, un vigilante hispanoamericano. Un caso que, al igual que el de Brown, abrió el debate sobre los derechos civiles y el racismo.
¿Y qué tiene Eminem qué decir al respecto, cuyas polémicas letras de canciones y su destacada capacidad lírica lo ha llevado a convertirse en uno de los raperos blancos de “alma negra” más populares de todos los tiempos?
Al parecer, por ahora, estos artistas que se “identifican” con la raza negra están conscientes de que la “música de negros” vende. Y que ser blancos les favorece.