De acuerdo a cifras de la Federación Internacional de Diabetes (IDF, por sus siglas en inglés), más de 8 millones de casos de diabetes mellitus en México fueron registrados en el 2013.
Y se espera que para el año 2035, esta cifra aumente a 15.3 millones, lo que colocaría al país en el quinto lugar entre las 10 naciones con mayor número de personas diabéticas.
La IDF indica que 382 millones de adultos en el mundo padecen diabetes, de los cuales 46 por ciento desconoce que tiene esta enfermedad.
La cifra de mexicanos que viven con diabetes pero que no ha sido diagnosticada se eleva entre 48 y 50 por ciento.
Un panorama grave, considerando que solo en el 2008, la diabetes fue responsable de 75 mil 500 decesos en México, lo que colocó a este padecimiento como la principal causa de muerte en el país, explicó José Jorge Espinoza Campos, expresidente de la Federación Mexicana de Diabetes, durante la conferencia del Seminario Internacional Sociedades Socioeconómicas y Redes de Colaboración para el Desarrollo en su Proyección Local y Global al año 2024.
En la conferencia, celebrada esta semana en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el doctor Espinoza Campos dijo que existe una “cantidad enorme de normas y estrategias (para la prevención de la diabetes en México) muy bien hechas y muy bien escritas”, señala un comunicado de la UAM.
Pero, apuntó José Jorge, “no se ha hecho nada al respecto”.
Y es que a esto se suman dos de los principales factores de riesgo de esta enfermedad crónica que, precisamente, son problemas de salud con los que los mexicanos están muy bien familiarizados: la obesidad y el sobrepeso.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) del año 2012, la tasa de sobrepeso y obesidad entre los mayores de 20 años era de 38.8 por ciento y 32.4 por ciento, respectivamente.
Además, casi un tercio de los niños mexicanos tiene sobrepeso u obesidad.
De hecho, México tiene la esperanza de vida más baja de todos los países miembro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), señala la organización en su reporte Panorama de la Salud 2013.
“Mientras que en los países de la OCDE la esperanza de vida aumentó tres años en promedio entre el año 2000 y el 2011 (pasando de 77.1 a 80.1 años), en México aumentó menos de un año (de 73.3 a 74.2 años)”, señala un comunicado de la OCDE.
“Esto significa que la brecha de longevidad entre México y los países de la OCDE, aumentó de cuatro a seis años.
Inclusive este organismo atribuye “el lento avance de la esperanza de vida en México” a conductas que ponen en riesgo la salud, tales como “(…) malos hábitos de nutrición y muy altas tasas de obesidad, lo que ha aumentado las tasas de mortandad a causa de la diabetes y la no reducción de las tasas de mortandad por enfermedades cardiovasculares (…)”.
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