La idea estaba clara para Sergio Villegas en 2017, tener un proyecto de difusión para el teatro en la capital del país, en el que se pudieran conjugar los espectáculos privados y los subvencionados por el gobierno mexicano para impulsar una institución digna del quehacer escénico.
Así fue como surgió la Academia Metropolitana de Teatro (AMdT), que además otorgaría una presea a los mejores espectáculos mexicanos que decidieran concursar y seguir los lineamientos de los nacientes Premios Metropolitanos de Teatro, conocidos como Los Metro.
La controversia inició cuando se especificó que para poder participar era necesario desembolsar una cuota de recuperación que oscilaba entre los mil 500 y 63 mil pesos, dependiendo del espectáculo a registrar y de su magnitud de alcance en aforo y taquilla.
Los Metro tuvieron su primera entrega el 28 de agosto del año pasado y aunque sus realizadores esperaban un aporte económico por parte de las instancias gubernamentales de cultura, este nunca llegó, por lo que tuvieron que financiar los premios con su propia mano.
“Ya para el 2018 se habían ido todos a hacer campañas, tres semanas antes de la premiación nos dijeron que ya no tenían fondos y que no sería posible el apoyo, nosotros ya teníamos contratados todos los servicios y planeado todo”, comenta Sergio Villegas, presidente de la AMdT, en entrevista con Reporte Índigo.
Actualmente, la situación de la AMdT se ha vuelto insostenible, por lo que están esperando que las autoridades culturales federales o locales tengan un pronunciamiento, además de que están en pláticas con la iniciativa privada para lograr solventar la segunda edición de los galardones.
Sin embargo, la comunidad teatral se encuentra dividida, por un lado hay quienes apoyan esta premiación, pero por el otro, están los que la cuestionan y la señalan de apoyar a una comunidad élite teatral y de dejar fuera los esfuerzos independientes.
Compromiso en opacidad
El Fondo Mixto de Promoción Turística de la Ciudad de México se comprometió, durante la administración de Miguel Ángel Mancera, a apoyar económicamente a la AMdT y a realizar los premios Metro, pero sólo otorgó un millón de pesos a la asociación civil.
En el Acta de la Vigésima Segunda Sesión Extraordinaria 2017 del Subcomité de Adquisiciones, Arrendamientos y Prestación de Servicios del Fondo Mixto de Promoción Turística de la Ciudad de México, la cantidad escrita no corresponde a la otorgada por una reproducción en serie del oficio, ya que en número aparecen siete millones 447 mil 200 pesos —cantidad concedida a la anterior orden del día— mientras que entre paréntesis sólo se especifica el millón de pesos que realmente se le dieron a los Premios Metropolitanos.
“Sí dice eso, pero entre paréntesis, ya en letra dice un millón, pero en cantidad dice siete millones; entonces, está muy raro, mis amigos que han trabajado en la función pública me platican que es una maña que a veces se utiliza en administraciones”, asegura Villegas.
Después de que el Fondo Turístico anunció su respaldo y derogó el aporte económico a la AMdT para promocionar y dar a conocer los premios Metro, al llegar 2018 y ser un año electoral, más lo sucedido con el sismo del 19 de septiembre, los funcionarios públicos alegaron que ya no había recursos públicos para financiar la entrega de las preseas teatrales, por lo que Villegas absorbió el gasto de la ceremonia, costo que prefiere mantener bajo reserva.
“Ahí fue cuando decidí poner de mi dinero y Mariana Garza puso el suyo, se hizo gracias a esas aportaciones”, dice el también escenógrafo.
Fondos y cuentas claras
Los Metro operan con base en donativos que aporta cada productor teatral, dependiendo de lo que marque el tabulador. Villegas afirma que este fondo va directamente a una asociación civil teatral y se otorga un paquete de difusión a cada producción.
“A cambio del donativo, la obra entra a los premios, donamos ese dinero y además le damos a cada uno de los espectáculos un plan de difusión que complementa sus planes de prensa y relaciones públicas. Se da horizontalidad a la participación y difusión del teatro, porque las obras pequeñas que no tenían oportunidad de conseguir una entrevista en la radio la tienen si se acercan a nosotros”, dice.
La cantidad recopilada y donada por la AMdT se destina al Premio Ciudad de México, el cual pretende beneficiar a las compañías de teatro que mantengan un enfoque social.
“Lo ganaron el año pasado Seña y Verbo Teatro de Sordos, se les entregó 250 mil pesos. Hay un jurado que está viendo todas las obras desde un año antes, ese jurado recibe un sueldo (…) se encierran en un cuarto y les pongo 36 carpetas”, comparte a este medio.
Los fondos que Villegas buscaba conseguir por parte de gobierno eran para mantener la nómina de la AMdT, misma que él ha estado poniendo de su bolsa, ya que como explicó, los donativos tienen otro fin.
La iniciativa privada, última llamada
Después de ver la negativa por parte de las instancias gubernamentales culturales, Sergio Villegas está por definir si la premiación de este año pudiese hacerse con recursos empresariales; esto podría esclarecerse para el final de mayo.
“Hay un interés de dos empresas privadas que nos quieren patrocinar, estamos en negociaciones con ellos, esperemos que al final de este mes podamos hacer un anuncio y que continúen los premios”, explica el presidente.
“Las instituciones actuales no están dispuestas ni están preparadas para trabajar con la sociedad civil. Creo que ese es un mandato que viene desde lo alto y que eso fue lo que le está dando la estocada mortal a tantos proyectos. Quiero pensar que Los Metro pueden sobrevivir de otra manera”, opina.
Catapulta al teatro
Más que una entrega de reconocimientos, Eloy Hernández ve a Los Metro como un gran escaparate para el quehacer teatral en la Ciudad de México, incluso explica cómo es que este tipo de premiación recuerda a la que existe en los Estados Unidos, los Premios Tony, que son entregados por la American Theatre Wing y Broadway.
“Está basado mucho en lo que pasa en Nueva York, en la liga de teatro, The Broadway League, en el estilo, me refiero a cómo está calificado, todo el sistema que se usa para la votación y la diferencia creo, es que aquí los jurados los eligió el comité de Los Metro”, precisa el productor teatral.
Al haber formado parte del jurado en la premiación anterior, Hernández observa que la AMdT y Los Metro funcionan como una plataforma para exaltar las producciones teatrales hacia el público general, lo que es necesario más allá de las campañas mediáticas y publicitarias que cada compañía pudiera contratar.
“La intención de Los Metro es muy clara, al final de cuentas es la difusión para poder conseguir que haya más consumo y apuntalar la escena teatral hacia una industria. Obviamente se confiaron del gobierno, y este a sus gobernados ni siquiera les está cumpliendo”, indica.
Una premiación de élite
Dedicándose a la dirección y producción teatral desde 2005, Sergio Morel trabaja en el ámbito escénico independiente.
El también actor de doblaje asegura que la premiación de Los Metro sólo sirve para una camarilla de productores con dinero.
“Funcionaría si se tratara de una premiación que considerara toda la producción teatral de la escena nacional, pero en realidad lo que hay detrás de los premios Metro es una premiación a la élite económica teatral; es decir, sólo están reconociendo, a la gente que que pagó una cuota”, comenta el realizador.
El histrión hace hincapié en el tabulador que existe para entrar a Los Metro, el cual inicia desde los mil 575 pesos por localidades de 150 pesos y para espacios con un máximo de 50 personas, y se dispara como máximo a los 63 mil pesos, para quienes cobran más de mil 500 pesos en taquilla y tienen un aforo de más de 900 personas
PROFEST no es aplicable
Sergio Villegas indica que en las instancias culturales de gobierno esperaban que tanto Los Metro como otras premiaciones aplicaran al Apoyo a Festivales Culturales y Artísticos PROFEST; sin embargo, no son una muestra teatral, por lo que no podrían entrar a esta convocatoria.
“La Secretaría de Cultura federal está muy sorprendida de que las ceremonias de premios no hayamos participado en las convocatorias recientes que sacaron a principios de abril como PROFEST, el problema es que nosotros no somos un festival, leímos la convocatoria y dijimos ‘no cumplimos con el reglamento’”.