Operando el cerebro en 3D

El uso de tecnología de imágenes tridimensionales para realizar cirugías mínimamente invasivas no es algo nuevo. 

Pero hasta ahora, operar el cerebro en 3D había resultado sumamente complejo, dado a que el tamaño de los instrumentos tubulares que se requieren en la neurocirugía para acceder a dicho órgano –endoscopios– y para producir imágenes en alta calidad son grandes y poco flexibles. 

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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El uso de tecnología de imágenes tridimensionales para realizar cirugías mínimamente invasivas no es algo nuevo. 

Pero hasta ahora, operar el cerebro en 3D había resultado sumamente complejo, dado a que el tamaño de los instrumentos tubulares que se requieren en la neurocirugía para acceder a dicho órgano –endoscopios– y para producir imágenes en alta calidad son grandes y poco flexibles. 

Gracias al ingeniero eléctrico israelí Avi Yaron, quien a través de su empresa, Visionsense, desarrolló una herramienta tubular lo suficientemente pequeña para operar el cerebro, se ha podido realizar las primeras neurocirugías en 3D. 

Uno de dichos procedimientos fue realizado por Shahzada Ahmed, del hospital Queen Elizabeth, en Birmingham, Reino Unido, quien dijo a la BBC que la operación con la que pudo extirpar un tumor cerebral “fue un poco como ir al cine. ‘Avatar’ es una gran película en alta definición, pero lo es aún mejor en 3D”.

Ahmed explicó que al utilizar este pequeño sensor, que simula el ojo de una abeja, “tengo una mejor apreciación de la profundidad y las imágenes se sienten más reales”.

Otra ventaja de este sensor desarrollado por Visionsense -utilizado en Estados Unidos y Europa- es que también reproduce imágenes en 3D de los instrumentos que utilizan los neurocirujanos, lo que a decir de Ahmed, les ayuda a tener un panorama más completo de su ubicación en relación a partes clave de la anatomía. 

Entre las aplicaciones potenciales de la  neurocirugía en tercera dimensión, está la eliminación de tumores y masas tumorales en la base del cráneo y la nariz,  tumores en la glándula pituitaria y la cirugía nasal.

Yaron fue inspirado en avanzar esta nueva forma de operar el cerebro luego de que sufriera un accidente en motocicleta a la edad de 26 años. 

Y es que dicho percance permitió a Avi Yaron descubrir que tenía un tumor cerebral. Un par de procedimientos quirúrgicos convencionales a los que Yaron fue sometido motivaron al joven a buscar alternativas de cirugías menos invasivas. 

“Si no hubiera tenido este accidente, no hubiera podido ofrecer esta solución”, expresó Yaron.  “Y realmente sé lo que se siente necesitar opciones”. 

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