Promotores, no activistas

Son muchas las celebridades que han extendido la mano al continente africano. 

Quienes han acudido a esa región referente de la desigualdad, hambruna y pobreza extrema para brindar ayuda humanitaria suelen asegurar que “les cambió la vida”. 

O como describió su experiencia el vocalista de la banda U2, Bono, en una conferencia de TED de 2006, “Etiopía no solo me asombró; abrió mi mente. África nos pareció un lugar mágico”. 

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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Son muchas las celebridades que han extendido la mano al continente africano. 

Quienes han acudido a esa región referente de la desigualdad, hambruna y pobreza extrema para brindar ayuda humanitaria suelen asegurar que “les cambió la vida”. 

O como describió su experiencia el vocalista de la banda U2, Bono, en una conferencia de TED de 2006, “Etiopía no solo me asombró; abrió mi mente. África nos pareció un lugar mágico”. 

Pero a las comunidades más afectadas del planeta, lo que las figuras públicas promueven como “activismo” no necesariamente les cambia la vida. 

El activismo político en el que se involucran algunos famosos de Hollywood –y otras figuras públicas– como parte de su compromiso con causas benéficas es contraproducente, al menos ante los ojos de académicos, economistas, politólogos e investigadores.

Ellos coinciden en que las celebridades contribuyen a colocar los problemas mundiales en las agendas políticas globales, pero no a solucionar los mismos de raíz. 

Como señala en un artículo el politólogo Darrell M. West, vicepresidente y director de Estudios de Gobierno, “las celebridades han hecho un excelente trabajo destacando la atención del público y los medios de comunicación, y recaudando fondos para causas específicas. Pero existen riesgos para el discurso civil dominado por las celebridades”. 

Y es que “la fascinación de los medios de comunicación con los portavoces famosos merma la atención de expertos con conocimiento minucioso, y pone en riesgo el sesgo del discurso civil hacia soluciones que pueden no representar recursos efectivos a largo plazo para los problemas políticos complejos”. 

O como apunta Daniel W. Drezner, docente de política internacional de la Universidad Tufts, “recalcar un problema no es lo mismo que resolverlo (…)”, escribe en un artículo titulado “La política exterior se hace glamorosa”, publicado en su sitio Web. 

Daniel W. Drezner argumenta que el activismo de las celebridades ha sido razonablemente exitoso en obligar a los estados poderosos a prometer acciones para ayudar a los países menos desarrollados. 

Pero el éxito ha sido menor a la hora de lograr que los estados honren dichos compromisos, y nulo en su influencia en otros problemas de política global.

Y los locales, ¿qué?

Daniel Drezner cita al profesor de economía de la Universidad de Nueva York William Easterly, quien argumenta que el enfoque de las estrellas en los problemas de África ha sido mal guiado. 

“Al centrarse únicamente en las enfermedades del África subsahariana, los famosos, sin saberlo, han manchado el nombre de un continente entero”, señala Drezner. 

En un artículo publicado en 2006 en The Washington Post, Easterly indica que el enfoque “obsesivo y casi exclusivo” de Occidente en tragedias que ocurren en el continente  africano, como el SIDA, las muertes por hambre y víctimas de genocidio, entre otras, oscurece los logros de la comunidad local, cuyos miembros han hecho la diferencia incluso contra los más grandes obstáculos. 

Se trata de los “cientos de millones (de africanos) que no están huyendo de homicidas menores, no son VIH-positivas, no se están muriendo de hambre y no son custodios indefensos a la espera de que actores y estrellas de rock los rescaten (…)”, dice Easterly. 

William agrega que “el desarrollo económico en África dependerá –como ha sido en todos lados y a lo largo de la historia del mundo moderno– en el éxito de los emprendedores del sector privado, emprendedores sociales y reformistas políticos africanos. No dependerá de las actividades de los extranjeros condescendientes, burocráticos, irresponsables y mal informados. El desarrollo de todo el mundo es de cosecha propia”.

Se levantan el cuello

Solucionen o no los problemas globales, lo cierto es que las celebridades aliadas a las organizaciones no gubernamentales (ONG) en causas humanitarias tienen las de ganar, pues al menos generan ruido mientras aparecen como benefactores de la sociedad. 

Como señala el politólogo Darrell M. West, “el activismo de las celebridades se convierte en una forma en la que los actores y músicos permanezcan en la noticia incluso cuando no tienen una nueva película o álbum para promover. En el mundo rápidamente cambiante de hoy, las celebridades se sienten presionados para mantener sus nombres en las noticias, ya que es un largo tiempo entre películas o giras de conciertos. La promoción de una causa caritativa o política permite a las celebridades permanecer en el ojo público y ganar apariciones en programas de entrevistas y entretenimiento”. 

Para Bridget Conley, directora de Investigación de la Fundación Mundial de la Paz, el activismo de las celebridades también genera una narrativa que pone a las mismas “en el centro de la historia, como una figura heroica enmendando errores en una fantasía de redención”. 

Es lo que Conley denomina “activismo de diseño”, liderado por capitales extranjeros que, ya sea “deliberada o accidentalmente, empoderan a un público distante de los riesgos y soluciones a un problema, en lugar de fortalecer aún más a las poblaciones afectadas por conflictos”. 

Las medidas de acción, entonces, se proponen y diseñan en base a las políticas nacionales de una capital occidental, en lugar de apoyar y priorizar las iniciativas locales, lo que no hace más que perjudicar aún más a las poblaciones afectadas. (…) “o crear nuevos daños”, advierte Conley.

DAVID BECKHAM

¿Qué? 7

¿Para qué? En el marco de su décimo aniversario como Embajador de Buena Voluntad de UNICEF, Beckham, a través de “7: The David Beckham UNICEF Fund”, ayudará a recaudar fondos e influirá en los líderes mundiales para proteger del peligro a millones de niños a nivel global. 

¿Desde cuándo? 2015

BEN AFFLECK

¿Qué? Eastern Congo Initiative (ECI)

¿Para qué? Crear oportunidades para el desarrollo económico y social del Congo a través de la defensa y concesión de subvenciones para los habitantes de esta zona de conflicto del país africano. 

¿Desde cuándo? 2010

AKON

¿Qué? Lighting Africa 

¿Para qué? Desarrollar una solución de energía solar innovadora que proporcionará a pueblos africanos acceso a una fuente limpia y asequible de electricidad, indica el sitio Web oficial. 

¿Desde cuándo? 2014

GEORGE CLOONEY

¿Qué? Satellite Sentinel Project (SSP)

¿Para qué? Creado en alianza con Enough Project, el SSP realiza un seguimiento de Sudán y Sudán del Sur para evaluar la situación de la seguridad humana, identificar las amenazas potenciales a la población civil, y detectar, disuadir y documentar los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. 

¿Desde cuándo? 2010

 

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