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México está que arde en esos asuntos que se tratan en privado, detrás de una pantalla y bajo las sábanas.
Este año, se supo que nuestro país ocupó el octavo lugar a nivel global de consumo de pornografía en Internet, en 2013, según un reporte de Pornhub, el sitio Web de pornografía más visitado del mundo.
El país también figura entre los mercados más populares para la infidelidad. En agosto de 2013, aludimos en este espacio a cifras de Ashley Madison, el “epicentro” de las infidelidades en línea que, en ese entonces, acumulaba más de 600 mil mexicanos registrados.
El crecimiento de los usuarios mexicanos registrados en la red social de infieles que opera desde hace dos años en México ha sido tal, que hoy el país ocupa el sexto lugar de inscripciones en Ashley Madison de una lista de 36 naciones diferentes.
Y los hombres “raboverdes” son quienes han colocado al país en el segundo lugar de infidelidad en Latinoamérica. De hecho, se espera que para el 2015 México supere a Brasil, que encabeza la lista.
De acuerdo a un reporte de AshleyMadison.com, basado en el análisis del perfil de los 850 mil usuarios mexicanos inscritos actualmente, existen alrededor de 180 mil hombres de la tercera edad (de 60 a 85 años), que buscan tener una relación extramarital con mujeres de entre 20 y 30 años.
Relaciones con hasta 50 años de diferencia que bien son la inspiración de la nueva canción de Paquita la del Barrio, “Romeo y su nieta”, pues en la letra recita que “todavía huele a talco el pañal, ahora si te pasaste deveras, la verdad parece tu bastón cada vez que te veo por la calle con ella”.
Pero no solo eso, el reporte de Ashley Madison también demuestra que los “raboverdes”, denominados en el mundo virtual como “silver foxes”, representan un perfil atractivo para las usuarias jóvenes que buscan una aventura.
Los usuarios del sexo masculino de entre 60 y 85 años, en su mayoría económicamente activos, son los favoritos de 70 mil de las 380 mil usuarias jóvenes registradas en este paraíso de la infidelidad.
Solo 8.6 por ciento de los adultos mayores está jubilado.
De hecho, en comparación con un usuario promedio de 35 años, cuya inversión en el sitio no rebasa los 250 pesos semanales, los adultos mayores gastan entre 800 y 900 pesos, en un par de días, especificó al diario Milenio Víctor Hermosillo, director de Ashley Madison en México.
Hermosillo reveló que el mercado de la infidelidad en el país crece aproximadamente 28 por ciento al año, por lo que incluso se planea abrir un espacio exclusivo en línea para los silver foxes, “como ya sucede en otros países”.
Tan solo hace ocho meses, el país facturaba alrededor de 3 mil dólares diarios de utilidad. Hoy, precisó Víctor Hermosillo, la cifra asciende a 6 mil dólares diarios.
Y es que, de acuerdo a la encuesta de Ashley Madison citada por La Jornada, más del 80 por ciento de los silver foxes no busca abandonar a sus familias, sino solo “salir de la rutina”.
Mientras que los adultos de 65 años, aquellos que representan la “Generación Viagra”, buscan tener las relaciones sexuales que se han vuelto inexistentes en su matrimonio.
Hermosillo detalló a Milenio que los usuarios de este portal “son personas casadas, que mantienen una o varias familias, que se sienten con energía para atraer, sin temor a ser rechazados, a las 70 mil jóvenes que buscan su perfil”.
Y las jóvenes, agregó, “(…) chatean con los de 65 años, con los cuales también intercambian fotografías y llegan a acuerdos sin mentir en sus estatus civiles”.
Silver foxes y sus ‘movidas’
El año pasado, Puebla ocupó el sexto lugar de una lista publicada por Ashley Madison de las 10 ciudades de América Latina donde existe el mayor número de hombres infieles. La página Web también informó que, en Latinoamérica, los poblanos son los que más se valen de sus celulares para ponerse en contacto con sus amantes.
Hoy, en relación a México, Puebla vuelve a figurar como la ciudad que concentra el mayor porcentaje de usuarios infieles de ambos sexos, seguido de Nuevo León y Jalisco.
Pero también es la entidad donde se registra la mayor cantidad de silver foxes.
A diferencia de los aproximadamente 18 mil pesos mensuales en joyas y viajes que los “raboverdes” invierten en su cónyuge, su affair involucra un gasto de alrededor de 3 mil pesos por mes, destinado en lencería, hoteles y restaurantes de alto prestigio.
“A la amante la llevan a comer a lugares extraordinarios, sitios que la esposa visita solo si hay una ocasión muy especial”, comentó Hermosillo.
¿De usuarias a Escorts?
El tema de los silver foxes mexicanos en Ashley Madison hace pensar en la posibilidad de que este modelo de citas online migre a uno estrictamente de pago por sexo. Como Seeking Arrangement, “donde personas hermosas y exitosas alimentan relaciones mutuamente beneficiosas”, señala el portal.
Con personas “exitosas”, el sitio se refiere a los llamados sugar daddies, hombres adinerados que “disfrutan de una compañía atractiva”. Según The Atlantic, los hombres con ingresos anuales por encima de cinco o 10 millones de dólares son los más populares.
Mientras que las sugar babies son “personas atractivas en busca de las nuevas cosas. Aprecian viajes y regalos exóticos (…) experimentan un estilo de vida lujoso y conocen a personas ricas”, describe el sitio.
Pero, en realidad, las “sugar babies son escorts”, dijo a The Atlantic Tammy Castle, profesor de la Universidad James Madison y quien analiza el contenido de los sitios de escorts. “(Seeking Arrangement) está tratando de evitar el estigma negativo de la prostitución haciendo publicidad del mismo como si fuera otro sitio de citas, pero el dinero se intercambia para arreglos que pueden incluir sexo”.
The Atlantic cita evidencia de que en 2013, Seeking Arrangement informó que 44 por ciento de sus 2.3 millones de sugar babies inscritas están en la universidad.
Y es precisamente este alto porcentaje de mujeres universitarias registradas lo que contribuye a mantener la ilusión que crea Seeking Arrangement para sus usuarios de que “(…) el elemento sexual de estas relaciones no es forzado, sino orgánico. Nadie que está asociado con el sitio quiere admitir que lo que el mismo está haciendo es facilitar intercambios de sexo por dinero”.
Y la tendencia seguirá. El portal contribuye a que más babies se sumen al ofrecer una membresía premium gratuita a las que se registran con un e-mail que incluya .edu, su cuenta universitaria.
Así, babies y daddies continúan satisfaciendo sus propias necesidades. Y para los daddies, “salir con una mujer universitaria cumple los deseos más salvajes de estos hombres”, dijo a The Atlantic Parinda Wanitwat, directora del documental “Daddies date babies”.
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