Surge una superheroína ante la violencia

Con el testimonio de 15 mujeres empoderadas y preocupadas por la situación del país, el montaje Zorrúbela. El despertar de Monterror busca reflexionar sobre temas como los feminicidios y las desapariciones forzadas

¿Cuánto tiempo debe mos dedicar a buscar a una persona desaparecida?, es una pregunta que se le plantea al espectador en la obra teatral Zorrúbela. El despertar de Monterror, historia que se basa en el testimonio de 15 mujeres del ámbito cultural que radican tanto en Monterrey, como en la Ciudad de México.

La obra cuenta la historia de Julia, una periodista que decide transformarse en Zorrúbela, una superheroína, a partir del transfeminicidio de su hermana Victoria, y así tomar venganza por su propia mano

Ella comienza la búsqueda de su archienemigo, Leonel, que representa toda la violencia estructural, porque pertenece a las instancias gubernamentales, a la burocracia, la indiferencia y la apatía social.

“En el camino, Zorrúbela se encontrará con un personaje que ficcionamos, doña Rosario Ibarra de Piedra, que es definitivamente punta de lanza del proyecto porque es nuestra verdadera heroína en la obra”, señala Morena González, actriz y coautora de la trama.

En la vida real doña Rosario Ibarra de Piedra fue un activista mexicana que fundó el Comité ¡Eureka!, organización de madres y familiares de desaparecidos durante el terrorismo de Estado, a raíz de la persecución y detención ilegal de militantes de movimientos políticos, armados y sociales que se encontraban en oposición al gobierno priísta en la década de 1970.

En la trama, Rosario aconseja a Zorrúbela, mientras la heroína busca a su hermana que está desaparecida. Doña Ibarra de Piedra le dará algunas lecciones sobre la importancia de la resistencia pacífica.

La periodista y excolumnista de El Norte, Rosaura Barahona; la escritora Ximena Peredo, la feminista Francesca Gargallo y la fundadora del movimiento de masas El Barzón, Liliana Flores Benavides, son algunas de las mujeres a las que entrevistaron Carmen Alanis y Morena González para darle sustento a la obra de teatro.

“Nos parecía importante que fueran mujeres empoderadas y son mujeres que han hecho un trabajo de lucha social. Ellas platicaron con nosotras sobre sus preocupaciones, sobre las problemáticas que tuvieron como mujeres para lograr empoderarse, para sacar adelante las causas por las que están luchando”, explica González

La actriz recuerda que todas las entrevistadas recalcaron la importancia del empoderamiento femenino y de las vicisitudes que han tenido que enfrentar para sacar adelante las causas con las cuales están comprometidas. “Todas coincidían en lo mismo, en la importancia de la sororidad y en este caso con el tema de los desaparecidos, de los feminicidios, de la importancia de la empatía frente a estos temas, porque parece que el miedo permea en la comunidad. Entonces la gente en lugar de apoyar como sociedad a otras familias que también tienen miembros desprotegidos, nos da miedo y nos escondemos y no queremos saber lo que le está sucediendo al otro”, afirma González.

El juego en escena

Para recrear una ciudad ficticia en donde todo funciona incorrectamente, se propone una puesta en escena versátil, contemporánea y con un mecanismo escenográfico que emula la guarida de los zorros; un escondite espiritual y físico apartado en la decadente ciudad de Monterror, donde la heroína vive, recuerda, entrena, sueña y se fortalece para hacer frente a las injusticias y transmutar el dolor que ha vivido en carne propia.

“Es un unipersonal, es un cómic noir musical, encontramos este tono porque no pudimos llegar ni a la farsa ni a la sátira por el tipo de tema que estamos abordando, pero sí encontramos que a partir del cómic, digamos desde el sentido del humor negro, de toda esta parte oscura, podíamos hablar muy claramente de la ciudad de Monterror”
Morena GonzálezActriz

La obra está aderezada con canciones, tiene un rap y un son colombiano, que son de Pato Machete. El montaje inicia con Zorrúbela cantando el prólogo, que es en donde narra cuál es la historia de su vida y luego van surgiendo otras canciones a lo largo de la puesta en escena.

También aparecen otros personajes dentro de la trama que son la voz del pueblo, como la señora chismosa, el chairo y el señor de la tiendita, todos estos tendrán un punto de vista sobre las acciones que realiza la heroína, sobre si están bien o mal.

“De alguna u otra manera, la obra, aunque habla de un tema fuerte y delicado, trata de adentrarnos en un universo y puede ser muy entretenido, pero también muy esperanzador y sobre todo invita a reflexionar sobre todos estos temas importantes”, opina González.

Zorrúbela. El despertar de Monterror es una obra que definitivamente habla sobre el amor y la empatía, sobre la importancia de visibilizar los feminicidios, los transfeminicidos y las desapariciones, que son temas fuertes, pero que están aconteciendo en el país. Para el equipo creativo es vital ser amorosos frente a toda la violencia estructural y enfrentarla unidos.

“Independientemente de que esta violencia existe desde las instituciones, nosotros como comunidad y como sociedad debemos trabajar en conjunto para que las cosas sucedan de otra manera”, comenta la actriz.

Para Carmen Alanis y Morena González era importante hablar sobre estos temas porque Monterrey, dicen, desde el 2009 vive una situación complicada y “digamos que la llamada Guerra contra el narco arrazó con una serie de acontecimientos”.

El montaje, aunque plantea un final abierto, sí sugiere una solución basada en el trabajo de cada persona, desde su trinchera. “Monterror está a punto de despertar, seguiremos aullando, seguiremos en lucha, en pie de lucha, seguiremos trabajando de alguna u otra manera”, dice la heroína dentro de la trama, pero las autoras esperan que algún día todo México despierte también

Zórrubela. El despertar de Monterror se presentará los miércoles, a las 20:30 horas, a partir de hoy y hasta el 14 de noviembre en la Sala Marlowe , ubicada en la calle Juan Escutia 126, colonia Condesa, Ciudad de México.

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