Con la puesta en escena ¡Ahora soy una buena viuda judía!, la actriz Susana Alexander abre las puertas de su hogar para invitar al público a conocer una parte de su vida y el vínculo que la unirá por siempre con su madre, Brígida Alexander; la pieza podrá verse vía streaming a partir del 19 de febrero.
“La madre judía es mi mamá, yo la tengo introyectada y, cada vez que la saco, está viva, está presente. Es un gran homenaje a ese gran ser que nos hizo, a mis hermanos y a mí, ser lo que somos”, explica Suzanne Ellen Rose Alexander-Katz, mejor conocida como Susana Alexander, a Reporte Índigo.
Este año la obra cierra su ciclo, cuyo camino inició en 1979 con Cómo ser una buena madre judía, posteriormente regresó en 1997 con Yo soy una buena madre judía. Luego, en 2002, estrenó La Madre judía No. 2, para, finalmente, regresar en 2011 con Yo soy una buena abuela, madre y suegra judía.
Sin embargo, la nueva pieza tendrá ahora como escenario el departamento de Alexander, con el que refuerza el homenaje hacia su madre.
“Este apartamentito en el que vivo me lo heredó mi mamá, en ese momento yo estaba sola, para mí era un peso, pero hoy en día, cada noche, agradezco a mi mamá que me haya dado este espacio donde vivo tan feliz, gracias a su esfuerzo obtuve este regalo”, indica.
Asimismo, detalla que utilizar su espacio familiar como escenario es su manifestación por la crisis económica en la que ella vive, pues confiesa que no cuenta con los recursos para llevarla a los escenarios teatrales, ni mucho menos para pagarle al elenco compuesto por alrededor de 10 actrices y actores.
Por ello, realizará esta pequeña temporada con todas las ganas y esfuerzos, no sin antes lamentar el poco interés del gobierno en fomentar la cultura y apoyar a las y los artistas para que estas piezas lleguen a más gente.
“Las Secretarías de Cultura y las instituciones se aprovechan porque saben que nosotros, músicos, bailarines, todo aquel que necesite de un público a quien brindarle su trabajo, lo vamos a hacer, dicen ‘déjalos, no necesitan dinero’”.
“Lo que hacemos es una ofrenda, un acto de religión místico de entrega. Es un acto kamikaze, uno se avienta sin paracaídas, porque necesitamos mostrar nuestro trabajo, y claro que nos vamos a arriesgar, siempre hemos sabido regresar a los escenarios, no importa si sólo comemos bolillos, yo me lo comeré con mucha alegría, porque el teatro me trae grandes recuerdos”, externa.
“El teatro siempre ha estado en crisis, porque nunca ha sido una necesidad que le hayan enseñado a la gente desde la escuela. Toda la educación artística está desapareciendo, es terrible”
Honrar a la memoria
¡Ahora soy una buena viuda judía! fue escrita por Susana a finales del 2021, como homenaje a su amigo y compañero de escena, el primer actor Enrique Becker, quien dio vida al esposo del papel que interpreta Alexander desde 1979.
“Queremos mucho a Enrique, era un ser humano maravilloso. Teníamos tantos años trabajando juntos, más de 500 representaciones, fuimos cambiando de elenco y él siempre fue mi esposo. Seguramente está muy feliz de que hagamos esta nueva obra con la que cierro el ciclo, no sabes cuánto lo extraño, era mi amigo, mi confidente”, platica Susana Alexander.
La trama gira en torno a una comida para llevar a cabo el Shiva, ritual que se oficia en la religión judía como parte del duelo, pero lejos de ser una tarde triste, se torna en una comedia con tintes de humor negro, cuando cada uno de los integrantes comparte alguna anécdota vivida con el finado. Sin querer, se ventilan secretos que Moishe (papel que era interpretado por Enrique Becker) tenía, y que llevarán al público de la risa a la lágrima y a la reflexión sobre festejar la vida.
A través de su pieza, la actriz espera que a la gente le llegue este mensaje de amor ante un duelo, circunstancia por la que, lamentablemente, todas y todos han vivido, más ahora con la pandemia.
“Lo padre de la obra es que el público podrá ver cómo hace un duelo una familia judía, es importante e interesante culturalmente”, piensa.
Además, ella espera que muchos encuentren la forma de conectar hacia una introspección sobre el legado familiar, a hurgar en las raíces de cada uno y realmente apreciar a este núcleo que estará en las buenas y en las malas.
“Mi mamá fue una muy buena madre judía, lo primero que uno tenía que hacer era comer, me decía ‘no puede ser que no te gustara mi comida’, yo respondía ‘mi gorda, sí me gustó la comida, mira, ya estoy comiendo’, hacía sentir a uno culpable, esa es una buena madre judía, la culpa”, comparte la anécdota entre risas.
Susana Alexander presume que esta pieza ya forma parte de toda una serie en la que se cuenta la historia familiar que inició hace casi 20 años.
Anécdotas, risas, llanto y mucha satisfacción es lo que se lleva de esta puesta, el reforzar su cariño por el arte escénico, así como las enseñanzas que le ha dejado ser abuela de tantas nietas y nietos.
“Conocí a gran parte del elenco hace 20 años, pienso ‘Dios santo, cómo envejecen estos muchachos’. A ellos les pregunté su relación con su abuela, pues la mía vivía en Inglaterra, vino unas dos veces a México, cuando tenía siete y 15 años, pero no tuvimos esa relación. Por lo que esas anécdotas que me contaron fueron la clave para armar esta obra y honrar su conocimiento y labor como pilares de la familia”, abunda.
70 años en la escena
Este año, la actriz celebra que en 2022 llevará a cabo varios proyectos unipersonales. Uno es el regreso al Teatro Xola, espacio donde se presentó por primera vez con una obra de Salvador Novo.
Además, la actriz seguirá explorando las plataformas virtuales con el lanzamiento de dos monólogos.
No te la pierdas
Cómo ser una buena viuda judía se estrena vía streaming el 19 de febrero a las 18:00 horas, y estará disponible por 48 horas a través de la plataforma boletia.com. La segunda transmisión arrancará el 26 de febrero, a las 18:00 horas y concluirá el lunes 28 a la misma hora.
