The lockdown sessions, reunión de talentos a distancia

Cuando llegó el coronavirus en 2020, el confinamiento afectó a todos por igual, y Sir Elton John vio truncada su gira Farewell Yellow Brick Road, la que, se supone, será su despedida de los escenarios, poniendo una pausa indefinida en ese entonces, a partir del 7 de mayo en Sídney, Australia.

Pero el cantautor inglés no se quedó con los brazos cruzados, puso a maquinar su creatividad y sacó lo mejor de las reuniones virtuales y aprovechó para producir sencillos con sus colegas de distintas partes del mundoAhora, en este otoño, John libera el resultado final: The lockdown sessions, álbum de 16 tracks, en donde distintos artistas hacen remixes con la música del también virtuoso del piano.

El remix con Dua Lipa “Cold heart”, que se había liberado en agosto pasado y abre esta placa, se siente en una atmósfera disco y se aprecia un toque de nostalgia, un guiño certero a la época de mayor hit para John, porque el trio australiano Pnau toma sencillos como “Rocket man” (1972), “Where’s the Shoorah?” (1976), “Kiss the Bride” (1983) y “Sacrifice” (1989) para hacer la mezcla de la nueva versión.

Nicki Minaj se perfila más hacia el terreno del trap con “Always Love You”, en este tema también hace mancuerna con el rapero Young Thug. Para el tercer track, John rescata “Learn to fly”, que había tenido su debut en el verano de 2020, esta composición se orienta hacia el R&B y fue hecha en colaboración con el dueto Surfaces, de College Station, Texas.

Con Charie Puth en “After all”, el cantautor abre el abanico de géneros apuntando hacia el pop con aires de los 80 y 90, lo mismo sucede con “Chosen family” y la mancuerna con Rina Sawayama, que ya se siente la balada que domina John, pero con claros toques modernos.

Una canción que se siente perdida en The lockdown sessions es la colaboración que John tuvo con Gorillaz y el rapero 6lack, un intento de balada con matices de chillwave y pop psicodélico, pero la mezcla de ritmos termina por pasar de noche.

El momento de los cóvers llega con “It’s a sin”, clásico de los Pet Shop boys, que inicia con piano y conforme avanza el tema se va combinado con electropop y el proyecto de solista Olly Alexander, Years & Years.

También le llega el momento a Metallica, quien promociona a la par de John su álbum en el que otros artistas le rinden tributo a su disco homónimo de 1991.

El cantautor británico recupera el cover de “Noting else matters”, que hizo junto a Miley Cyrus, YoYo Ma, el baterista de los Red Hot Chilli Peppers, Chad Smith y el bajista Robert Trujillo, pero desafortunadamente este track se siente saturado; la presencia de John se diluye y pasa a segundo plano.

Con “Simple things” mejora John al lado de Brandi Carlile, porque se siente un aire country, al estilo Johnny Cash, y después de las olvidables “Beauty in the bones” con Jimmie Allen y “One of me” en donde participa Lil Nas, lo mejor está por venir en el LP.

A partir de su reunión con el vocalista de Pearl Jam, Eddie Vedder, “E-Ticket” se vuelve una canción al estilo de rock and roll que John acostumbra hacer con sus dotes de gala en el piano; en definitivo, este disco está planeado para que los escuchas de permanencia voluntaria, y fanáticos de su música se queden hasta el final, después de soportar a la juventud millenial del inicio.

“Finish line” con Stevie Wonder, antepenúltimo track de la placa, es un viaje entre lo gospel y lo sureño de Estados Unidos; junto a Stevie Nicks (Fleetwood Mac) van cerrando el álbum con “Stolen car”, una canción que se dirige a las composiciones del estilo de los 70 de John.

El cierre definitivo está con “I’m not gonna miss you”, el último tema que grabó en vida el guitarrista country Glen Campbell, en 2014, y John lo conjuga con su piano, como él solo sabe hacerlo, teniendo un LP completo de un repertorio de géneros que los amigos de John le han ayudado a hacer en este confinamiento.

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