El dramaturgo y periodista alemán Frank Wedekind escribió Despertar de Primavera en 1891. Los personajes de este drama son un grupo de adolescentes de entre 14 y 15 años de edad, quienes a través de la sexualidad, el amor y la muerte entrecruzan sus vidas.
El texto da cuenta de un mundo que tiene miedo de tratar la verdad de frente y hablar de las cosas con naturalidad, situaciones que, a 128 años de distancia, parece que no han cambiado, que el silencio prevalece y que los problemas crecen provocando consecuencias trágicas.
Despertar de Primavera es una obra muy interesante de finales del siglo XIX. Toca temas que siguen siendo muy relevantes como la represión sexual, la falta de comunicación entre padres e hijos y la violencia intrafamiliar, creo que es una obra muy importante de hacer aquí, porque tiene mucho que exponer aun
Penella interpreta a Otto, quien es uno de los compañeros de Melchior y de Moritz en la escuela. A parte, también hace a uno de los maestros en una escena donde todos tienen máscaras puestas y a uno de los niños del reformatorio.
Además, todos los actores forman parte del coro que está contemplando todas las escenas dentro del escenario, un poco en el espíritu de sus personajes, pero con un poco de más visión, sin máscaras sociales.
El montaje con 14 actores en escena se presenta en un espacio que abrió a principios de año, Galera, un centro cultural que tiene un restaurante, un foro y un estudio de grabación. El primer acto sucede donde es el restaurante, entonces, la acción ocurre encima y alrededor de una mesa, donde normalmente come la gente.
Para el segundo acto, todos los espectadores se mueven al foro, en donde todo sucede enfrente del público, como en un teatro tradicional, pero con una iluminación más oscura; es como una experiencia de 360 grados todo el montaje.
“Lo que me gustó a mí del proceso del montaje es que como compañía fuimos exponiendo historias personales que vivimos todos, que tuvieron que ver con los temas que se tocan en la obra, de cierto modo fuimos descubriendo cómo cada uno de los integrantes de la obra pasamos en cierto grado por lo que pasaron los personajes de la historia”, cuenta Andrés.
Ese momento, para la compañía, fue una experiencia muy divertida que los fue acercando a todos y ayudó a que se fueran haciendo muy cercanos, lo que posibilitó que contaran la historia con más fuerza.
Despertar de Primavera se presenta todos los domingos, a la 13:00 y 17:00 horas, hasta el 22 de diciembre en Galera (Dr. Carmona y Valle #147, col. Doctores).
El ingrediente musical de Despertar de Primavera
Aunque la obra es bastante fiel al texto original, en esta ocasión cuenta con música nueva que compuso y ejecuta en escena Andrés Penella.
“No es un musical, pero sí tiene mucha música, hay 26 intervenciones musicales y nueve instrumentos en escena. Hay una canción en alemán que canto yo, “Romanos 1 (Der Gerechte Wurd Aus Glauben Lebeben)”; una en frencés que cantamos todos, “Je Vois Tes Yeux”; una en latín, “Moritura me Salutat”; y un quinteto en español, “Luz de Luna”; entonces, en ese sentido es muy distinto a cualquier otro montaje de Despertar de Primavera que pueda haber, es una versión muy original”, afirma Penella.
Los instrumentos que están en escena son el acordeón, la armónica, la flauta dulce, la flauta transversal, el ukelele, el teclado y la guitarra; además, toda la compañía canta y hace percusión corporal que forma una parte muy importante de algunas intervenciones.
“Empecé a componer como a mitades de julio; entonces, durante ese primer mes fui trabajando algunas de las ideas principales de la obra, compuse una pieza coral en latín en ese tiempo, también compuse la que suena tanto al principio como al final que se llama “Siglos vienen, siglos van”, que anticipa la oscuridad de la obra y habla de cómo es una cosa cíclica y recurrente del choque entre distintas generaciones. Eso sucedió como en un mes que fue el 50 por ciento, y el resto lo fui haciendo duante los siguientes dos meses, casi hasta llegando al estreno”, platica Penella.
En total, fueron tres mes de composición esparcidos, mientras estudiaba el texto y practicaba las canciones, porque algunas son complicadas. Con este trabajo, Andrés espera que la música ocupe el mismo espacio que el diálogo en una obra de teatro, ya que en Despertar de Primavera se comprueba que se puede colar un poco más la música en escena.
“Me gustaría que el público realmente reflexionara sobre los temas de la obra para que hiciera conciencia de que siguen vigentes y es un problema que hay que atender en la educación de los niños y por lo tanto en la educación de los padres”, opina Penella.
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