Vivimos en un planeta ficción: La Banda Bastön

El Instituto Nacional de Estadística (INEGI) informó en su más reciente encuesta sobre uso de tecnologías de la información (2018) que en México existen 74.3 millones de usuarios de Internet. Ante la magnitud de la cifra, el dúo de rap La Banda Bastön afirma que vivimos en un planeta ficción.

En un país de casi 120 millones de habitantes, donde 78 por ciento de la población usa Internet para conectarse a redes sociales*, los raperos cantan “no hay que buscar la felicidad con lo que no es verdad”, en alusión a los likes que cada foto subida a Facebook, Twitter o Instagram genera y que causan satisfacción en la mayoría.

“Planeta Ficción” es el más reciente sencillo de La Banda Bastön, el cual forma parte de su nuevo disco Etcétera, material que ya vio la luz en plataformas digitales y fue presentado, con bombo y platillo, en el Teatro Metropólitan el pasado 23 de junio.

Reporte Índigo platicó con Muelas de Gallo (MC) y Dr. Zupreeme (DJ y Productor), integrantes de la banda, quienes confiesan que la canción, en la cual colabora el “filósofo del rap”, Vico C, fue el parteaguas para lanzarse de lleno a la producción y grabar un nuevo disco.

“‘Planeta Ficción’ es una denuncia desde dentro de la jaula, no queremos imponer ideas, todos estamos en este mundo, el de las apariencias, representado por las redes sociales, las cuales parecieran de repente muy adictivas pero necesarias, no somos ajenos a ello”, afirma Zupreeme.

La canción también habla de las celebridades, del glamour que pareciera ser una meta en la vida de los seres pensantes, aquellos que de repente se acercan a los músicos o artistas para preguntarles cómo ser famoso, si aspiran al estrellato de televisión o a una popularidad conseguida con la mayor cantidad de “me gusta” en las fotos que suben a Internet, lo cual, a decir de los raperos, parece ser “una nueva religión”.

“Algunas personas les han dado un sentido cuasi divino a la fama, a los likes en redes sociales. El físico y el dinero cobran una importancia relevante en un planeta que, repetimos, pareciera ficción; es una situación impulsada por los mismos medios tecnológicos, que nos preocupa y de la cual debe de escribirse”, narra Muelas de Gallo.

MÚSICA LÚDICA, PERO RESISTENTE

Si algo ha caracterizado a La Banda Bastön desde su nacimiento, en 1997, son sus letras, las cuales retratan la problemática social del país, de sus calles, pero también la convivencia entre diversas identidades y hasta cuestiones más abstractas como la existencia misma.

Al respecto, Dr. Zupreeme relata que en sus composiciones la sinceridad sale a relucir pues, si bien les gusta divertirse cuando hacen música, también se cuestionan constantemente sobre lo que pasa a su alrededor.

“No hacemos rolas por moda, hemos vivido cambios que a veces no son visibles durante varios sexenios, pero nosotros hacemos canciones que perduren, no vamos a hacer una rola, por ejemplo, sobre el huachicoleo en este momento”, confiesa Muelas de Gallo.

En este tenor, la banda cuenta, con rimas y canciones, que las problemáticas sociales son el eje rector de ‘”El País de las Maravillas” y “Gritos”, pero también afirman que como artistas deben escribir de todo lo que les rodea, de la cotidianidad misma, del silencio y el amor.

“La manera en que operamos es escribir sobre lo que dicte nuestro día, hay veces que quieres hacer una canción cursi, porque estás enamorado, hay veces que estás enojado porque, por ejemplo, la policía te taloneó y haces una rola sobre eso.

INDUSTRIA MUSICAL

Cuando La Banda Bastön se conformó oficialmente, a finales de la década de los 90, el cassette, ese arcaico objeto que reproducía música mediante una cinta magnética, estaba en proceso de desaparición. Con más de 20 años en el ámbito de la composición y la armonía, los integrantes se consideran afortunados de seguir vigentes en la época del streaming.

“Nos tocó una etapa fuerte que fue la de la piratería. Tuvo sus ventajas para los melómanos, pues podías escuchar música que antes era difícil conseguir. Ahora puede escucharse de manera legal en un móvil, hay más apertura, aprovechamos y nos gusta el formato digital, aunque tenemos un vinil que realizamos después de nuestro concierto en el Lunario del Auditorio Nacional en el 2014”, cuenta Muelas de Gallo.

Lo benéfico para los raperos de vivir en esta etapa donde la tecnología “rifa” es que sus rimas pueden llegar a más gente de manera inmediata, se rompen las fronteras de intermediarios entre artistas y la gente que consume música y se acaba con las clásicas semanas o meses de maquila de un disco físico.

Sobre el siguiente evento de Banda Bastön

El disco que vio la luz en formato físico el domingo 23 de junio en el Metropólitan contiene, a decir de los músicos, siete “balas”, en lugar de las 14 o hasta 18 que acostumbraban tirar en sus anteriores producciones, como Luces Fantasma (2017) o Todo Bien (2013).

En el concierto de presentación, el cual fue gestionado de manera independiente, sin el apoyo de grandes empresas como Ocesa, estuvieron acompañados de Vico C, rapero estadounidense que se presentó por primera ocasión en la Ciudad de México.

“Es un evento que gestionamos nosotros, no lo vendimos a grandes empresas, pues queremos dejar una marca, llamar la atención y llevar el rap a los escenarios a los que antes no llegaba. No es un bisne, los costos de renta y producción son altos, pero queremos dejar la bandera del hip-hop bien en alto”, afirma el dúo.

De la misma manera, el colectivo de raperos Homegrown, del cual forman parte artistas como Alemán, Yoga Fire, Fntxy y Gogo Ras, entre otros, hicieron presencia en la tarima al lado de la Banda Bastön, por lo que la fiesta estuvo garantizada.

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