Dr. Ángel Leaño, el hospital del lucro

La rehabilitación integral que implementa el Gobierno de Jalisco sobre el hospital privado “Dr. Ángel Leaño”, con una bolsa de 35 millones de pesos, será un beneficio permanente para ese nosocomio particular, pues así lo estipula el contrato de comodato. El inmueble pertenece a una de las familias más opulentas del estado
Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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La inversión por 35 millones de pesos que el Gobierno de Jalisco dirigirá al hospital privado “Dr. Ángel Leaño” para la atención de la pandemia del coronavirus, no será recuperada tras concluir la emergencia sanitaria, por lo que el beneficio económico para ese nosocomio particular será permanente.

La determinación del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, por dirigir una inversión pública de 35 millones de pesos al hospital privado “Dr. Ángel Leaño”, a pesar de pertenecer a la familia Leaño, una de las más opulentas de Jalisco, ha despertado cuestionamientos ante las apremiantes necesidades que enfrentan en general los nosocomios públicos locales.

El Gobierno de Jalisco ha informado que el hospital “Dr. Ángel Leaño” fue integrado al plan estatal de reconversión hospitalaria que se implementa para contener la pandemia del Covid-19, y para lo cual se firmó un contrato de comodato con la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), la casa de estudios privada perteneciente a la familia Leaño.

En total el hospital privado recibirá una inversión de 180 millones de pesos, de los cuales el Gobierno de Jalisco inyectará 35 millones de pesos para las adecuaciones físicas, y otros 75 millones para la operación del nosocomio, mientras que el resto de la bolsa se obtendrá con donaciones privadas para la compra del equipamiento médico.

De acuerdo con lo que ha expuesto el Gobierno estatal, el hospital de los Leaño no se quedará con el equipo médico que se comprará con los donativos, sino que será redistribuido a los nosocomios públicos locales una vez que pase la pandemia; sin embargo, esto no ocurrirá con la inversión de 35 millones de pesos que recibirá el inmueble privado para su rehabilitación:

El contrato de comodato que signó el Gobierno de Jalisco con la UAG para hacer uso del hospital “Dr. Ángel Leaño”, en poder de Reporte Indigo, señala que todas las mejoras y adecuaciones físicas que reciba el inmueble por parte de la autoridad estatal permanecerán en el mismo aun tras haber concluido la emergencia sanitaria.

La cláusula Quinta del contrato de comodato señala: “En caso de que se llevaran a cabo reparaciones, mejoras o modificaciones a ‘las áreas comodatadas’, estas quedarán a favor de “el comodante”, sin que sea obligación de “el comodante” indemnizar por este concepto a “el comodatario””.

A continuación, la cláusula reconoce que el equipo médico sí es propiedad del comodatario, es decir, del Gobierno de Jalisco: “Sin embargo, ‘el comodatario’ será propietario de los bienes muebles y equipos especiales que instale y opere con sus propios recursos y podrá retirarlos en cualquier momento, durante o a la conclusión de la vigencia del presente instrumento legal, sin necesidad del consentimiento previo de ‘el comodante’, sin embargo, dichas acciones no deberán generar daños o afectaciones a la estructura e instalaciones propias de ‘las áreas comodatadas’”.

Dinero público a hospital privado Dr. Ángel Leaño

La bolsa de 35 millones de pesos que el Gobierno de Jalisco le asignó al hospital privado “Dr. Ángel Leaño” se invirtió de una manera expedita, pues para el 22 de abril ya se había inyectado el 89 por ciento del monto, esto es, tan solo 19 días después de que se celebrara el contrato de comodato de marras.

El 22 de abril el Gobierno de Jalisco comunicó: “el mandatario presentó el hospital Ángel Leaño dentro del Plan de Reconversión, el cual fue otorgado en comodato por la Universidad Autónoma de Guadalajara (…) Esta sede, con una inversión de 180 MDP, se contempla para entrar en una fase 4 de la emergencia para atender a 500 pacientes, 450 no graves y 50 graves. El Gobierno Estatal ya dispuso de 31 MDP en adecuaciones de infraestructura”.

El mismo 3 de abril que se firmó el contrato de comodato entre la universidad de los Leaño y el gobierno de Alfaro Ramírez, se levantó el Acta de entrega-recepción del hospital, en la cual se consignó que el inmueble requeriría de múltiples reparaciones para poder ser utilizado en esta pandemia. Dice el Acta:

“Las áreas comodatadas del inmueble no se encuentra adaptado y actualizado (sic) para las necesidades requeridas, se pueden apreciar afectaciones y desgastes naturales de las instalaciones fijas del mismo, considerándose importante que se realice una rehabilitación integral de las áreas, se debe estimar la realización de trabajos en las instalaciones desmanteladas o fuera de servicio como son las instalaciones eléctricas, iluminación, contactos, transformador, instalaciones hidráulicas, sanitarias, plafones, trabajos de carpintería, gases medicinales, herrería, bombas, planta de tratamiento, impermeabilización, aires acondicionados, pintura, elevadores y limpieza fina en general“.

Todos estos desperfectos del hospital fueron subsanados con el dinero público que le destinó el gobierno de Alfaro Ramírez, no obstante que la familia Leaño, identificada con la ultraderecha jalisciense, está detrás del desarrollo inmobiliario de las zonas más exclusivas del poniente de Guadalajara.

Sa Leano Oficio de Respuesta Exp. Ut-secadmón-670-2020 by Reporte Indigo on Scribd

Los Leaño y los Petersen

En la operación de la obtención en comodato del hospital “Dr. Ángel Leaño” bajo condiciones muy ventajosas para sus dueños, jugó un papel fundamental la familia Petersen, según se constata en la documentación obtenida vía transparencia de la Secretaría de Administración (folio 02973220).

Tan solo en el contrato de comodato figuran los nombres de tres miembros de la familia Petersen: el secretario de Salud, Fernando Petersen Aranguren; el secretario de Administración estatal, Esteban Petersen Cortés; y finalmente, por parte de la UAG: el vicerrector de Ciencias de la Salud, Alfonso Petersen Farah. 

De hecho, el acta de entrega-recepción del hospital en la que se determinaron las reparaciones que se le harían al inmueble con dinero público, fue elaborada y firmada por los primos hermanos Fernando Petersen Aranguren, de la Secretaría de Salud; y Alfonso Petersen Farah, por parte de la UAG, pues ambos fueron designados como responsables operativos del contrato de comodato, no obstante el conflicto de interés que ello entraña.

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