Arturo Zaldívar, ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), vuelve a sumirse en polémica al declarar que el Gobierno de Felipe Calderón fraguó una “operación de Estado” para encubrir a los responsables de la tragedia de la Guardería ABC en 2009. Un caso al que él personalmente le ha seguido la pista desde hace casi 13 años.
Tras el incendio en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, que dejó 49 bebés muertos y un centenar heridos, el Poder Judicial ejerció por última vez su facultad de investigación para indagar la tragedia. Fue el ministro Zaldívar, llegado a la SCJN en diciembre de 2009 tras ser postulado por Calderón, quien tomó las riendas del caso.
Un año después de la tragedia, en junio de 2010, Zaldívar presentó al Pleno un proyecto que fincaría responsabilidades a 19 funcionarios públicos, desde directores municipales hasta el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Juan Molinar Horcasitas, y su predecesor, Daniel Karam, pasando por el gobernador priista Eduardo Bours.
Sin embargo, el proyecto fue votado en contra por el entonces ministro presidente Guillermo Ortiz Mayagoitia y los ministros José Ramón Cossío, Margarita Luna Ramos, Sergio Aguirre Anguiano, Luis María Aguilar, Jesús Gudiño Pelayo, Sergio Valls, Fernando Franco. Solo Juan Silva Meza y la hoy senadora Olga Sánchez-Cordero apoyaron a Zaldívar.
Al mes siguiente, Julio César Márquez, padre de uno de los menores de edad fallecidos, buscó llevar a juicio político a los ministros Valls y Franco bajo los argumentos de que el primero fue parte del Consejo Técnico del IMSS y el segundo tenía a una hermana trabajando en el área de guarderías de la institución.
En entrevista con Reporte Índigo, Javier Martín Reyes, académico de la División de Estudios Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas comenta que, al ser su primer caso de gran visibilidad pública, le sirvió a Zaldívar para construir su imagen de ministro independiente del poder, particularmente de la Presidencia de la República.
“Lo que sí hay que reconocerle al ministro Zaldívar es que ese fue un asunto en el cual mostró independencia, que un ministro propuesto por el presidente Calderón haya hecho un proyecto en esos términos, señalando responsabilidades de personas afines o cercanas al Gobierno en turno en ese momento, creo que sí fue una muestra de independencia.”
Sin embargo, también retoma el fragmento en el que Zaldívar recuerda cómo, por “elemental lealtad institucional y personal”, avisó de su proyecto a Fernando Gómez-Mont, entonces secretario de Gobernación de Felipe Calderón, lo que derivó en una confrontación a gritos en su despacho. Lo que considera una “confesión de parte” que debilita esta figura de independencia.
“Ahí también hay algo, no ha generado tantas reacciones como las otras declaraciones, pero habla de que Zaldívar ciertamente siempre ha sido un ministro con muchos instintos políticos y que lo que hoy estamos viendo tampoco es una transformación radical de su proceder, más bien es algo que se ha venido acentuando”
Vuelve el proyecto
Sería hasta 2019, con Andrés Manuel López Obrador en la Presidencia de la República, que se retomaría el proyecto de Zaldívar en un intento de reparar el daño a las familias de la Guardería ABC. Aunque se inició con promesas de justicia, a finales de año el compromiso fue realizar un memorial a las víctimas y atención médica vitalicia a los sobrevivientes.
Ese mismo año, Zaldívar reveló, en entrevista con John Ackerman y Sabina Berman, que Calderón lo “presionó” tras su llegada a la Suprema Corte, sin dar mayores detalles. Ahora, dos años después, lo señala directamente de montar una operación de Estado en torno a la Guardería ABC para proteger a la familia de Margarita Zavala, desde 2021 diputada federal.
El académico del CIDE considera que las declaraciones del ministro Zaldívar son “inesperadas desde muchísimos ángulos” no solo porque parecen darse a propósito de nada, en un escenario institucional que no habría ameritado una polémica así, sino porque tampoco es la forma en la que el titular del Poder Judicial debería atajar las críticas hacia su persona.
“Se entiende que al presidente de la Corte no le gusten las críticas a su desempeño, pero la manera de contestar es poniendo sobre la mesa los argumentos jurídicos y lo que hizo fue incurrir en la falacia ad hominem. No contesta las críticas sobre falta de independencia, sino que se va sobre las características de quienes las están formulando y dice que son unos hipócritas.”
Zaldivar da Golpe al calderonismo
Zaldívar lanzó las acusaciones de esta operación de Estado en respuesta a las críticas que los Calderón-Zavala han hecho por su aparente alineación con el presidente López Obrador. Lo que, a su vez, hace eco de los señalamientos que el propio primer mandatario hace de sus opositores por los actos que cometieron en administraciones anteriores.
“Es difícil pensar que el ministro no iba a saber que sus declaraciones no se iban a leer como se están leyendo: un respaldo a este Gobierno a través de una crítica desmedida, no propia de un ministro, a unas de las principales figuras de la oposición. No hay que caer en la ingenuidad. Zaldívar es una persona inteligente que sabe leer perfectamente los momentos políticos.”
Siendo que tanto el expresidente como la diputada federal son figuras importantes en la oposición al Gobierno de López Obrador, Javier Martín Reyes recalca que “si el ministro hace estas declaraciones es porque sabe y quiere sumar su voz a las que hoy, desde el poder, están hoy descalificando a la oposición. Eso me parece lamentable”.
Además de que “compromete, por lo menos, su imágen de árbitro independiente e imparcial”. Pues se cuestionará su calidad moral en caso de que deba resolver litigios en los que se vea involucrada la expareja presidencial en los poco más de dos años que aún le quedan como ministro de la Suprema Corte, si bien dejará la presidencia a finales de este 2022
