El comienzo accidentado que tuvo el Plan Jalisco para la Reactivación Económica, luego de que el Gobierno estatal cancelara de último minuto la reapertura del 80 por ciento de la economía local, evidenció que la estrategia no tiene una base técnica tan sólida como se había presumido.
El 15 de mayo, el gobierno de Enrique Alfaro Ramírez dio marcha atrás a la decisión difundida dos días antes, en la que autorizaba para este 18 de mayo la reactivación del 80 por ciento de las unidades económicas del estado en industria, comercio y servicios.
Esta resolución ha afectado la credibilidad de la Comisión Interinstitucional para la Reactivación Económica, el órgano donde se deliberan las acciones en esta materia.
El pasado 13 de mayo, el gobernador Alfaro Ramírez y la Comisión Interinstitucional anunciaron que el 18 de mayo arrancaría la reapertura gradual de la economía jalisciense, con los establecimientos operando bajo protocolos de sanidad y a la mitad de su capacidad, en lo que se denominó la fase cero.
“Las industrias que no habían sido consideradas como esenciales y que estén ligadas, ojo, a cadenas de suministro, podrán iniciar la implementación de esta fase una vez que cuenten con los protocolos establecidos y podrán operar a un 50 por ciento de su capacidad”, dijo el mandatario en esa fecha.
En concordancia con ese mensaje, el titular de la Coordinación General Estratégica de Crecimiento y Desarrollo Económico de Jalisco, Alejandro Guzmán Larralde, confirmó ese mismo día que “a partir del 18 de mayo, quien tenga listos los protocolos sanitarios de su respectivo sector y estén aplicados, pueden abrir hasta un 50 por ciento de lo que había sido no esencial”.
Agregó que “estamos hablando de que se abren más del 80 por ciento de las unidades productivas del estado, sin embargo, se abren al 50 por ciento (…) tendremos más o menos una economía al 80 por ciento operando”.
Por eso sorprendió que dos días después de esos posicionamientos, el gobernador afirmara en un nuevo video que el mensaje había sido malinterpretado, y que en realidad la fase cero nunca consideró la reapertura de las empresas y negocios, sino solo los trabajos preparativos para la adopción de los protocolos.
En su nuevo mensaje del 15 de mayo, el mandatario dijo que “después de que anunciamos lo que iba a ser la fase cero, hubo muchas interpretaciones de este anuncio, en los medios de comunicación, en las redes sociales, he escuchado y he visto todo tipo de comentarios al respecto.
Paso atrás en la Reactivación
No se ha transparentado qué llevó al gobierno de Alfaro Ramírez a dar marcha atrás de forma tan repentina a su decisión de autorizar la reapertura de la economía local, aunque han trascendido dos posibles explicaciones.
La primera señala que la determinación del Gobierno estatal por reabrir la economía el 18 de mayo violaba las disposiciones legales emitidas por la Federación, que establecen que será hasta junio cuando podrán retomarse las actividades productivas en el país. Un hecho que habría pasado desapercibido para los funcionarios locales.
Esta hipótesis se fundamenta en el cambio de discurso del gobernador con respecto a la rectoría federal, pues mientras en el video del 13 de mayo dijo que tenía su propio plan, agregó que “sabemos escuchar y atender los planteamientos que se hacen desde el Gobierno federal, pero Jalisco tiene su propia estrategia y se va a mantener en esa ruta”.
Pero para el del 15 de mayo dijo que “hay que entender también que somos parte de una nación y que como país tenemos ya definido un decreto federal que establece que es hasta el 1 de junio que se pueden reanudar las actividades económicas”.
La segunda hipótesis atribuye el cambio del Gobierno local a los señalamientos que hizo la Sala de Situación en Salud por el Covid-19 de la Universidad de Guadalajara (UdeG) el 14 de mayo, de esperar hasta junio para reabrir la economía al ser lo más recomendable en términos de salud pública.
“Debido a que aún nos encontramos en fase de crecimiento en el número de contagios, se considera oportuno que exista una fase de preparación para el retorno de actividades no esenciales, que posibilite desarrollar protocolos sanitarios pertinentes y darlos a conocer a la sociedad. Una vez pasada esta etapa, iniciar con el retorno gradual a partir de junio, comenzando con un porcentaje mínimo que permita evaluar la factibilidad de un incremento mayor”, dijo.
El proceder de la UdeG, sin embargo, ha resultado tan errático como el del Gobierno estatal, pues aunque el 14 de mayo emitió un comunicado recomendando esperar hasta junio para reabrir la economía, sus representantes habían validado antes la decisión de reactivarla el 18 de mayo.