Después de un proceso que duró más de dos años y medio, hoy se llevó a cabo el recuento de votos para definir quién obtendrá la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo de NISSAN Mexicana Aguascalientes.
Durante las primeras horas del jueves 23 de septiembre se conocerá si la titularidad seguirá a cargo de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) o si la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) hace historia y le arrebata al sindicato más grande del país una de las empresas transnacionales más importantes después de comenzar una ofensiva el 2 de noviembre del 2018 con una manifestación de más de mil 500 empleados por el despido injustificado de algunos compañeros.
Al respecto, José Reynol Neyra González, Secretario de Acción Política del CEN de CATEM, comenta que independientemente del resultado el sindicalismo en México gana, ya que con el recuento se está expresando la voluntad de la clase trabajadora.
“Independientemente de cuales sean los resultados, ganamos todos, porque se está expresando la voluntad de la clase trabajadora y nosotros como central obrera respetaremos el resultado. No vimos ningún incidente mayor que nos haga pensar que sea invalido el recuento”, comenta.
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Después de la manifestación de finales del 2018, el 1 de marzo del 2019, la CATEM ingresó a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje una demanda de Titularidad de los Contratos Colectivos de Trabajo de las plantas A1 Ensambles y Componentes y A2.
Debido a esto y como resultado de la Demanda de Titularidad y de los resolutivos de los tribunales colegiados en materia de amparos, se ordenó a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje nuevos comicios en los que también competiría la CATEM.
Pese a que la CTM ya se atribuyó el 70 por ciento de los votos, José Reynol Neyra González, comenta que eso solo denota nerviosismo ya que no tienen manera de saberlo, por lo que pidió a sus competidores respetar la voluntad obrera.
“Tenemos que desterrar las viejas prácticas de los viejos grupos y las amenazas. Tenemos que ser maduros y respetar la voluntad obrera”, concluye.