Espino va de bravucón
Mientras que el jefe de Gobierno vacacionó, el director del Metro, Joel Ortega Cuevas, y el líder sindical, Fernando Espino Arévalo, protagonizaron un pleito en el que mutuamente exigían la cabeza de uno y otro.
La disputa continúa y ayer, al más viejo estilo priista, Fernando Espino, apoyado por un grupo de sindicalizados que le son afines, se apostó en la entrada de las instalaciones del Gobierno del Distrito Federal (GDF) para pedir que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, lo recibiera personalmente.
Icela Lagunas
Mientras que el jefe de Gobierno vacacionó, el director del Metro, Joel Ortega Cuevas, y el líder sindical, Fernando Espino Arévalo, protagonizaron un pleito en el que mutuamente exigían la cabeza de uno y otro.
La disputa continúa y ayer, al más viejo estilo priista, Fernando Espino, apoyado por un grupo de sindicalizados que le son afines, se apostó en la entrada de las instalaciones del Gobierno del Distrito Federal (GDF) para pedir que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, lo recibiera personalmente.
Por varias horas sus agremiados pidieron con gritos y con mensajes en cartulinas la renuncia del director del Metro, Joel Ortega.
Vapuleado, después de una semana de quedar exhibido por actos de nepotismo al mantener en la nómina del Sistema de Transporte Colectivo Metro a decenas de familiares, Fernando Espino acudió a solicitar audiencia con el titular de la administración local.
El jefe de Gobierno no lo recibió, en su lugar, fue atendido por Luis Ernesto Serna Chávez, quien se desempeña como el secretario particular de Mancera Espinosa.
Al paso de los días, las amenazas que lanzó el dirigente sindical y su gremio fueron perdiendo fuerza y credibilidad, pues nunca concretó el paro de labores con el que amagó al gobierno capitalino.
En cambio, el priista fue exhibido toda la semana a través de información que documentaba la forma en la que el añejo líder logró acomodar en la nómina del Metro a sus hijos, esposa e incluso cuñados, quienes percibían un salario aproximado de medio millón de pesos mensuales, sumado entre todos.
La embestida no terminó ahí. También le fueron documentados una lista de negocios que Espino y sus familiares manejan a nombre del Sindicato del Metro. Poco o casi nada logró decir en su defensa.
La amenaza
Al paso de los días, el también diputado local por el PRI repetía una y otra vez su discurso de la falta de mantenimiento a los trenes del sistema, alertando que la seguridad de los usuarios está en riesgo por la falta de inversión en ese sentido.
El amago de parar el servicio en algunas estaciones del Metro a fin de presionar al gobierno capitalino se mantuvo, más nunca la cumplió.
Al complicado escenario del dirigente y legislador local se sumó la estocada que lanzó su propio partido, el Revolucionario Institucional, quien le envió a través de un documento un “extrañamiento” por sostener conductas contrarias al tricolor y a la agenda que como diputado le compete.
El extrañamiento fue firmado por un polémico priista del Distrito Federal, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, quien dicho sea de paso, ha sido señalado, pese a su militancia y los colores de su partido, de ser aliado estratégico del Gobierno del Distrito Federal (GDF) en temas clave.
Sin el respaldo de su partido y sin tener claro las consecuencias de ordenar el paro de labores en el Metro por parte de sus agremiados, al priista no le quedó mayor salida que buscar un encuentro desesperado con el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera al regreso de sus vacaciones.
Mancera no lo recibió, aunque tampoco le cerraron las puertas del GDF.
Por lo pronto, no hay incremento
Luego de una semana de tomar un receso en sus actividades como jefe de Gobierno, Mancera Espinosa tuvo que aclarar que el incremento a la tarifa del Metro (como lo planteó Joel Ortega Cuevas) no está previsto para este año.
En todo caso, dijo, será hasta el 2014 cuando el incremento del boleto del Metro se someta a una consulta ciudadana para conocer el sentir de la ciudadanía en un tema tan sensible.
Apenas llegó de su viaje, el mandatario local dijo que giró instrucciones al director del Metro, Joel Ortega Cuevas para, primero, poner orden en los asuntos pendientes y urgentes por los que atraviesa el organismo.
Y ahí mencionó un tema sensible. El jefe de Gobierno refirió que se deben revisar y ordenar los Permisos Administrativos Temporales Revocables (PATR) que el Metro entrega a particulares a fin de que exploten comercialmente un local durante un determinado tiempo.
En la edición “Guerra en el Metro”, Reporte Indigo publicó que gran parte del conflicto protagonizado por el líder sindical y el director del Metro se debía por los llamados PATR.
Una vez que el exjefe de la policía capitalina tomó el control de la directiva del Metro comenzó un proceso de revisión de los Permisos Administrativos, situación que miró con recelo el líder sindical.
A partir de lo cual, los agremiados iniciaron la contraofensiva en los trenes y cajas expendedoras de boletos, exigiendo en cartulinas pegadas en andenes y cajas expendedoras de boletos la salida de Joel Ortega de la dirección del Metro.
Con esa misma solicitud, de sacar a Joel Ortega del Metro, Fernando Espino y sus seguidores se presentaron ayer en las instalaciones del gobierno capitalino para pedir audiencia con su titular.
A decir de Espino y su grupo, a Joel Ortega nadie lo quiere en la ciudad.
Al cabo de poco más de una hora de ingresar a las instalaciones del Gobierno del DF, Espino Arévalo anunció que obtuvo de Luis Serna Chávez, secretario particular del jefe de Gobierno, la promesa de que a partir del próximo lunes habrá mesas de trabajo entre el sindicato y la dirección del Metro.