En defensa de la franela

Hoy son dueños de la calle. Toman la vía pública y cobran por cuidar los automóviles. Están en el Centro, en la Roma y Condesa, y en Polanco y en la Colonia Del Valle, entre otras colonias. Son considerados parte de la corrupción citadina y están fuera de la ley, pero no siempre fue así.

La manera en que operan los franeleros es una fórmula de corrupción. Pagan a las autoridades una “comisión” para obtener el provecho de las vías públicas en las zonas en que es muy difícil conseguir un sitio para estacionar los autos.

Julio Ramírez Julio Ramírez Publicado el
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El grupo de franeleros -cuyos nombres están clasificados por la ley- presentaron por escrito una queja por la extorsión de los policías
La Segob, en ese entonces dirigida por Santiago Creel, acordó con la autoridad capitalina reinstalar a los franeleros

Hoy son dueños de la calle. Toman la vía pública y cobran por cuidar los automóviles. Están en el Centro, en la Roma y Condesa, y en Polanco y en la Colonia Del Valle, entre otras colonias. Son considerados parte de la corrupción citadina y están fuera de la ley, pero no siempre fue así.

La manera en que operan los franeleros es una fórmula de corrupción. Pagan a las autoridades una “comisión” para obtener el provecho de las vías públicas en las zonas en que es muy difícil conseguir un sitio para estacionar los autos.

Pero hubo un momento en que el Gobierno federal defendió el trabajo de los franeleros, quienes acudieron a las instalaciones del Palacio de Cobián para pedir respaldo a su manera de ganarse la vida y exigieron un fin a los abusos de los policías, quienes tomaron su lugar y pedían dinero a los visitantes del zoológico en la zona de Aragón.

El caso quedó documentado en un expediente de la Secretaría de Gobernación realizado en 2004; ya terminó su periodo de reserva y fue solicitado por Reporte Indigo.

La Secretaría de Gobernación, en ese entonces dirigida por Santiago Creel Miranda, acordó con la autoridad capitalina que el grupo de franeleros -cuyos nombres están clasificados por la ley- presentaran por escrito una queja por la extorsión de los policías y que además se pidiera la reinstalación al trabajo que venían desempeñando, así como el respeto a su actividad.

Los policías ‘viene, viene’

La Segob determinó que por conducto de Alejandro Pérez Santos, subdirector de Jurídica y de Gobierno de la Delegación Gustavo A. Madero, solicitaría al jefe de sector de la zona que le rindiera un informe acerca de “por qué razón sus policías estaban solicitando dinero, además le pidió que permitiera trabajar a los franeleros”.

Los franeleros también encontraron en la Secretaría de Gobernación asesoría jurídica a efecto de que, si querían, podían realizar una denuncia formal de los policías ante la Contraloría, pero no aceptaron.

Ante la intervención de la Segob, se dio por concluido el conflicto ya que, según el expediente, se dio cumplimiento a los acuerdos establecidos entre la Delegación Gustavo A. Madero, los franeleros y la Secretaría.

El expediente del que se proporcionó una copia es el número 5908312 y consta de siete hojas y fue proporcionado por Monte Alejandro Rubido García, excomisionado nacional de Seguridad y hoy titular de la Unidad de Gobierno de Gobernación.

En el expediente se lee que los franeleros, un grupo de unas seis personas, solicitó la intervención federal ante la Delegación Gustavo A. Madero debido a que en enero de 2004 personal de Seguridad Pública de la Base Aragón les quiso cobrar un derecho de piso de 100 pesos diarios por cada franelero para dejarlos trabajar afuera de las instalaciones del Zoológico de Aragón.

“El jefe del sector (Aragón GAM 8) manda a sus elementos a quitarnos, no nos deja trabajar, con amenazas, que si seguimos trabajando nos suben a las patrullas para llevarnos a la delegación. En cuanto nos retiramos los policías se ponen a estacionar en retornos, camellones y arriba de las banquetas cobrando 10 pesos por vehículo. Según ellos todo eso está prohibido, pero ellos dicen traer órdenes de sus jefes”, indica la queja.

Los franeleros alegaron que para entonces llevaban ya 18 años de realizar esta labor en la zona. Su actividad se basa en coordinar el estacionamiento de los vehículos frente a la puerta principal del Zoológico de Aragón.

Exhortan a denunciarlos

Hoy en día el Gobierno de la Ciudad de México tiene un operativo permanente contra los franeleros, que en parte se han visto desplazados en zonas de alta afluencia por el funcionamiento de los parquímetros, que hacen la misma función que los franeleros, solo que entregan un recibo oficial al automovilista.

El gobierno capitalino llama a denunciar a estas agrupaciones de franeleros y a las personas que utilizan la vía pública para hacer trabajos.

Estas actividades se ofrecen dentro del catálogo de trámites y servicios de la capital de la República para que los cuerpos de seguridad pública retiren de las vialidades a franeleros o cuidacoches, hojalateros y talleres automotrices que ejercen sus servicios en las calles de la Ciudad de México y que no cuentan con permiso para ello.

Para solicitar el retiro de los franeleros es necesario incluir una identificación oficial, comprobante de domicilio y presentar una queja de manera oficial. Así como proporcionar los datos de ubicación en donde se desarrolla la presunta actividad informal.

Una vez que se solicite la intervencion de las autoridades capitalinas, el tiempo de respuesta para una posible intervención es de diez días hábiles. La solicitud se pueden efectuar en la línea telefónica de Honestel 5533-5533.

Y siempre cabrá la posibilidad de que los franeleros soliciten el apoyo de la Secretaría de Gobernación para continuar con su actividad informal.

Trámite formal

Pasos para el retiro de franeleros y lavacoches en la Ciudad de México:

1. El usuario ingresa solicitud de retiro de lavacoches, franeleros, hojalateros y talleres automotrices en la vía pública.

2. A esta solicitud se le asigna número de folio en el Centro de Servicios y Atención Ciudadana (Cesac).

3. El Cesac turna solicitud a la Unidad Administrativa Responsable, que debe emitir una respuesta fundada y motivada.

4. Se emite resolución y fecha programada en la que se prestará el servicio.

5. Se realiza el servicio para el retiro de lavacoches, franeleros, hojalateros y talleres automotrices en la vía pública.

6. Se informa y/o entrega al interesado la respuesta sobre su solicitud.

7. La Unidad Administrativa Responsable informa al Cesac sobre la atención brindada al caso.

8. Se concluye el procedimiento y se da por atendida la solicitud en el sistema.

Fuente: Trámites y Servicios de la CDMX.

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