Andrzej Lasota, capitán marítimo de origen polaco, fue liberado del penal federal de Tepic, Nayarit, luego de haber pasado más de un año en prisión porque las autoridades mexicanas lo acusaron de narcotráfico cuando él denunció la existencia de costales de cocaína a bordo de su buque granelero.
Así lo corroboró el presidente de Polonia, Andrzej Duda, quien informó el pasado 19 de marzo que el capitán A. Lasota fue absuelto de los cargos de contrabando que la justicia mexicana le había imputado desde el 27 de julio de 2019.
“Buenas noticias de México. El capitán A. Lasota, acusado de contrabando, acaba de ser absuelto de los cargos. Puede dejar el arresto. Actuamos para que pueda regresar a Polonia lo antes posible. El cónsul está ahí, apoyó al capitán durante todo el proceso”.
Dobre wieści z Meksyku. Kapitan A. Lasota, którego oskarżono o przemyt, został właśnie oczyszczony z zarzutów. Może opuścić areszt. Działamy, aby jak najszybciej mógł wrócić do Polski. Konsul jest na miejscu, wspierał kapitana podczas całego procesu. Podziękowania dla @MSZ_RP !
— Andrzej Duda (@AndrzejDuda) March 19, 2021
La embarcación comandada por Lasota, el buque de bandera UBC Savannah, transportaba carbón desde el puerto de Barranquilla, Colombia, hasta el de Altamira, Veracruz. Durante el desembarco, el oficial notó en el fondo de la bodega bolsas sospechosas que sobresalían debajo de su cargamento de aproximadamente 4 mil toneladas de carbón fino.
Lasota detuvo el desembarque, ordenó cerrar la bodega y notificó la presencia de la droga a la policía local y las autoridades de control portuarias a través de su radio FM en el buque.
Las autoridades mexicanas llevaron los sacos a tierra y verificaron que efectivamente contenían alrededor de 250 kilogramos de cocaína.
El capitán y su tripulación fueron arrestados y encarcelados alegando que el marinero “cometió un delito” porque “no notificó este hecho a las autoridades mexicanas y, como resultado, puso en peligro a ciudadanos mexicanos al suministrar sustancias prohibidas al país”.
Después de varias semanas de investigación, todos los miembros de la tripulación de la UBC Savannah fueron liberados y deportados a sus países a excepción del capitán Lasota, a quien amenazaron con dejarlo hasta 10 años en prisión.
Sin embargo, la justicia mexicana no consiguió comprobar los cargos porque el capitán sí informó a las autoridades de las sustancias sospechosas a bordo de su nave y no autorizó su introducción ilegal en México.
De acuerdo con sus abogados “el Ministerio Público no cumplió con la carga de la prueba que le correspondía para acreditar la culpabilidad del acusado más allá de toda duda razonable”.
Además, su defensa “probó, mediante el testimonio de expertos en consultoría marítima, que el capitán de un barco no es responsable de las operaciones de carga” y demostró que el oficial no tenía conocimiento de lo que transportaba, pues fue una tercera persona quien colocó la droga en su barco para llevarla de Colombia a México.
La familia del marinero reportó las pésimas condiciones a las que fue sometido en México, aunado a que se trata de una persona que padece problemas cardíacos.
“Si el infierno existe, mi marido está ahí”, declaró a medios locales la esposa de
Andrzej Lasota en septiembre de 2019.
“Estaban sentados sobre un hormigón forrado de cartón, tenían sus propios zapatos para almohadas, no tenían agua corriente y usaban un cubo en el inodoro. Tengo una declaración de mi marido que hay claveles, musgos, arañas y ratas”.
Andrzej Lasota no es el primer capitán encarcelado en una prisión mexicana bajo cargos injustos. En 1999, otro capitán que también comandaba un buque con bandera extranjera, fue detenido en una prisión mexicana cuando cargaba cemento desde Barranquilla hasta Corpus Cristi, Estados Unidos.
Sin embargo, su motor falló en el camino y se trasladó al puerto de Cozumel, donde las autoridades locales encontraron drogas y arrestaron a la tripulación. Poco tiempo después los dejaron en libertad a excepción del capitán de la embarcación, a quien liberaron tras ocho meses al no comprobarle delito alguno.
